Con el destape de denuncias que rondaban alrededor del caso de Jeffrey Epstein, se conoció que el príncipe Andrés había sido denunciado por abuso sexual a una menor. La noticia fue todo un escándalo y llevó a su propia madre a tener que tomar riendas en la situación.
A poco de celebrar su 70° aniversario al mando, la reina Isabel II decidió hacerse cargo una vez más de los conflictos de la familia real y fue quien llegó a un acuerdo extrajudicial con la demandante de su hijo.
Según se supo, la madre del duque de York pasó una suma de entre 12 y 14 millones de euros a Virginia Giuffre para concluir con la denuncia por abuso sexual a una menor que apuntaba a Andrés.
Claro que nadie arruinaría el momento histórico que la reina celebrará en breve, por lo que fue la matriarca quien decidió poner fin a un caso que ha generado gran polémica entre los allegados a la corona.
Porque a pesar de que estuvo encerrada casi dos años por la pandemia de Covid, la reina se encuentra en un gran momento de popularidad y no deseaba verse eclipsada por las decisiones de sus descendientes.
Y es que este año la corona planea hacer el cambio de mandatario y poner a la cabeza al hijo de Isabel, Carlos de Inglaterra. Por lo que un caso de abuso sexual sin resolver en la familia podría afectar enormemente sus esfuerzos de relaciones públicas frente a tal acontecimiento.
Incluso muchos ciudadanos comenzaron a indagar en la fuente de fondos que pagó por limpiar el nombre de un abusador. “Los contribuyentes tienen el derecho a saber de dónde sale el dinero para ese acuerdo [extrajudicial], que debemos asumir que será de varios millones, si no de decenas de millones de libras”, ha denunciado Graham Smith, de la minoritaria pero activa organización antimonárquica Republic.
Por lo que se conoce, la mayoría de los lujosos gastos del hijo favorito de Isabel II proceden de los ingresos del Ducado de Lancaster. Es una entidad que concentra todos los activos de tierras, patrimonio inmobiliario urbano e inversiones financieras de la reina.
Las palabras del príncipe Andrés
El documento presentado ante el juez estadounidense por las partes, que debe ser ratificado en el plazo de un mes, logra satisfacer las pretensiones del príncipe Andrés y de la demandante, Virginia Giuffre.
Sin embargo, el duque de York es claramente el mayor perjudicado frente a la opinión pública. El hijo de la reina admite que Giuffre “ha sufrido tanto como una demostrada víctima de abusos como por el resultado de los ataques públicos recibidos”. También “lamenta su asociación con Epstein y celebra la valentía de Giuffre y de otras supervivientes al defenderse a sí mismas y a los demás”.
Epstein falleció en 2019 luego de ser encarcelado por denuncias de abuso, trata y violación. El empresario se suicidó en la prisión de alta seguridad de Manhattan y hasta el día de hoy hay baches en su caso.