En medio de una incursión policial en la prisión de Ancón 1, una cárcel ubicada en Lima, se descubrió un inesperado inquilino: un gato de pelaje anaranjado, llamado Sony.
Este felino fue descubierto mientras era llevado por su dueño, recluido en una de las celdas, durante una requisa de rutina. La singular historia de la mascota rápidamente se difundió por las redes sociales.
El gato cuenta con su propio guardarropa, caja de arena y provisión de alimentos. Sony, que actualmente tiene siete meses de edad, se convirtió en una sensación en Tiktok, lo que desató una ola de preguntas sobre su bienestar y las circunstancias que lo llevaron a residir en una prisión.
Luego de las dudas sobre cómo llegó el gatito, el Instituto Nacional Penitenciario (INPA) aclaró la situación: “para la tranquilidad de todos los interesados, les contamos que el michi se encuentra en perfecto estado”.
Varios usuarios han señalado que la presencia del gato podría contribuir al bienestar y a una reintegración más positiva de los presos en la sociedad.
Esto se fundamenta en las investigaciones del centro de rehabilitación Harmony Ridge Recovery Center en Estados Unidos, donde se ha demostrado que la compañía de mascotas puede disminuir el estrés y la ansiedad. Se ha observado que la presencia de animales puede generar un ambiente más relajado y motivador para las personas.