Los usuarios de las redes sociales están pendientes de cualquier tema relacionado con el Mundial de Qatar 2022. Un periodista oriundo de la provincia de Santa Fe, quien estuvo presente en el país árabe durante el Mundial de fútbol, ha anunciado en Twitter que está vendiendo arena de las playas de Doha en botellas de plástico de 500 ml. En poco tiempo, su publicación repercutió rápidamente en la aplicación, convirtiéndose en un fenómeno viral.
Jorge Battagliotti compartió el posteo en su cuenta de Twitter @jbattagliott donde dice que vende arena de Qatar en una botella. En el tuit que publicó escribió: “Vendo ARENA DE QATAR traída durante el Mundial 2022 donde Argentina salió campeón...”. “Pudo haberla pisado Messi o Scaloni”.
Y es más, en el mismo posteo detalló el precio de cada botella de medio litro con arena de Qatar: “Precio: $10.000 la botella de medio litro”.
La publicación generó todo tipo de comentarios en las redes sociales: “Te la compro”, “Es un regalo eso, 10 mil pe no es nada. Si vas a pedir, pedí con toda”, “¡El lento te dicen a vos! Ya te vieron sacando arena del espigón 1″, fueron algunas de las reacciones.
Otro de los internautas comentó “Un cordobés lo fracciona, le pone etiqueta y le pone de nombre “Arena que piso Messi””. A esto, el periodista le contestó: “Lo pensé pero me ganó la fiaca...”.
Locura por la Selección Argentina: un hincha fue con una cabra a la cancha soñando con ver a Lionel Messi
Goat en inglés es una cabra. Y también “el mejor de todos los tiempos”: la sigla GOAT se transformó en un sinónimo de Lionel Messi, el más grande. Un hombre venerado, alabado por los fanáticos de la pelota. Aquellos que son capaces de cualquier cosa como para demostrarle su cariño al capitán de la Selección Argentina.
Pero hay cabras y cabras. Y en Santiago del Estero, made in Villa Esperanza, hay una que en particular ha sido cábala de la Argentina en el último Mundial. “Valoy es el chivo de la suerte”, dice su amo luciendo una bandera argentina al estilo thawb árabe.
Su “mascota”, como define a la cabrita, también está tuneada: luce una corona albiceleste y una guarda en su cuello. Y es, para los hinchas que se acercan al Madre de Ciudades, un ser sagrado. Incluso hay quienes se arriman y la reverencian al grito de “Messi, Messi”.
Locura albiceleste, sí. “Es santiagueña y nos trajo suerte en todos los partidos del Mundial”, dice su cuidador, apostado a metros del ingreso Sur de la sede de Argentina-Curazao.