Si buscas un destino diferente para disfrutar con tu familia, Mizujo, una encantadora aldea japonesa a solo 50 kilómetros de Buenos Aires, es el lugar ideal.
Este rincón asiático se destaca por su impresionante variedad de plantas exóticas y tropicales, así como por su rica cultura nipona.
Con un enfoque en la naturaleza y la tradición, Mizujo ofrece a sus visitantes una experiencia única que no se puede perder.
Un legado cultural japonés en Argentina
La historia de la comunidad japonesa en Argentina se remonta a mediados del siglo pasado, cuando el gobierno de Arturo Illia promovió la inmigración nipona al país.
Muchas familias japonesas se establecieron en localidades como José C Paz, Burzaco y La Plata, dedicándose a la producción de flores y viveros.
Con el tiempo, se consolidaron como los principales productores de rosas, tulipanes, claveles y yerberas.
En este contexto, Colonia Urquiza, situada en el Partido de La Plata, emergió como una de las colonias japonesas más grandes de Argentina. Hoy en día, este lugar alberga una auténtica aldea oriental que se ha convertido en un atractivo turístico relevante dentro de la provincia de Buenos Aires.
La experiencia de Mizujo
En Mizujo, un predio de cuatro hectáreas que pertenece a la familia Sato, quienes llegaron de Japón en la década de 1970, los visitantes pueden explorar un entorno natural fascinante.
El lugar está abierto solo los sábados, domingos y feriados, lo que lo convierte en un destino perfecto para una escapada de fin de semana.
Una de las principales atracciones de Mizujo es el vivero, que alberga una vasta colección de flores, bonsáis, orquídeas, suculentas y plantas frutales.
Este espacio es ideal para quienes desean decorar su hogar, ya que ofrece precios competitivos y promociones especiales.
Los visitantes pueden comprar plantas, ya sea de manera individual o al por mayor, con la opción de utilizar una carretilla proporcionada por los vendedores para facilitar el transporte.
Un paseo por el vivero puede durar alrededor de una hora, durante la cual los dueños están disponibles para brindar asesoramiento sobre el cuidado de las plantas.
Diversión para toda la familia
Además de recorrer el vivero, Mizujo cuenta con un hermoso jardín japonés que incluye un lago artificial habitado por peces Koi de diferentes especies, puentes rojos y estatuas tradicionales.
También hay una granja que alberga animales como llamas, burros, vacas, carneros y pavos reales, lo que permite a los niños interactuar y alimentar a estos amigables animales.
Los visitantes pueden llevar su propia comida y disfrutar de un picnic en el extenso parque, donde hay áreas de juegos infantiles para que los más pequeños se diviertan. Si prefieres no llevar tu propia comida, hay un comedor en el lugar que ofrece opciones de comida japonesa para comer en el predio o para llevar.
Mizujo ofrece una amplia gama de actividades para todo tipo de visitantes, y su ambiente tranquilo y natural lo convierte en un escape perfecto del bullicio urbano.
Cómo llegar a Mizujo
Desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los viajeros deben tomar la Autopista Buenos Aires-La Plata hasta llegar a Hudson y luego tomar la Ruta 2.
Desde allí, se sigue hasta El Pato y se continúa por la Ruta 36 hasta el kilómetro 48.5. El predio está ubicado entre los kilómetros 460 y 472 de esta ruta. Además, el estacionamiento es gratuito y se encuentra dentro del mismo predio, lo que facilita aún más la visita.