A tan solo 8 kilómetros de la ciudad de Carhué, en el oeste de la provincia de Buenos Aires, se encuentra uno de los destinos más impresionantes de Argentina: las ruinas de Villa Epecuén.
Hoy, este lugar es mucho más que un simple conjunto de ruinas. Es un testimonio de la resiliencia humana, una verdadera cápsula del tiempo que guarda en sus calles vacías las huellas de lo que fue un próspero balneario a comienzos del siglo XX.
Una historia marcada por la tragedia y la naturaleza
Villa Epecuén comenzó a florecer a principios del siglo XX, cuando se descubrieron las propiedades curativas de las aguas del lago Epecuén.
Este hallazgo convirtió a la villa en un destino turístico de renombre, atrayendo a visitantes que buscaban sanar sus dolencias.
Durante décadas, el lugar fue un refugio de lujo, con hoteles, casas elegantes, comercios y hasta una escuela que hacían de este un centro turístico exclusivo.
En 1985, sin embargo, todo cambió. La fuerza de la naturaleza se desató cuando el terraplén que protegía la villa cedió ante la presión del agua.
El lago inundó por completo el pueblo, sumergiéndolo bajo el agua durante más de 20 años. Aunque los residentes pudieron evacuar a tiempo, el pueblo quedó sepultado por las aguas, dejando atrás una imagen desoladora.
Un recorrido por la historia congelada en el tiempo
Hoy, Villa Epecuén se ha transformado en un destino turístico único, un museo al aire libre que invita a los visitantes a caminar por las ruinas y revivir la historia de este lugar.
Al llegar, serás recibido por un paisaje que parece detenido en el tiempo. Árboles muertos y un entorno árido dan la bienvenida a quienes se acercan con curiosidad.
Uno de los primeros puntos que atrae la atención es el Matadero, una estructura diseñada por el arquitecto Francisco Salamone, que se erige imponente en medio de la naturaleza.
A medida que avanzas por las ruinas, descubrirás hoteles en ruinas, casas cubiertas de sal y edificios destruidos que dan testimonio de lo que alguna vez fue un próspero centro turístico.
Carteles y placas informativas te guiarán durante el recorrido, mostrando imágenes del pueblo antes de la inundación y detallando la historia de cada estructura.
Un paseo lleno de emociones y aprendizajes
Recorrer Villa Epecuén es un viaje emocional que combina nostalgia, historia y naturaleza. El precio de entrada es de $2.000 (valor enero 2024), y puedes disfrutar del recorrido en un solo día.
Sin embargo, si prefieres quedarte más tiempo, también tienes la opción de relajarte en el lago, cuyas aguas conservan aún sus propiedades curativas.
Si estás buscando un poco de descanso, el complejo hidrotermal de la Isla es el lugar perfecto para disfrutar de un momento de relax, mientras que la playa eco-sustentable de las orillas del lago te ofrecerá todos los servicios necesarios para pasar un día agradable.
Incluso podrás conectarte a internet, ya que hay wifi en toda la zona, lo que convierte a este lugar en una excelente opción para una escapada diferente.
