Karla Tenório es una actriz y escritora brasilera de 38 años que levantó revuelo en las redes sociales tras crear el movimiento “Madre arrepentida”, en el cual reivindica el amor por su hija pero, al mismo tiempo, expresa que aborrece la maternidad.
Tenório es madre de una nena de diez años y confesó que sufrió un cuadro de psicosis posparto, aún más grave que la depresión, ya que su presión por ser una madre ejemplar la convirtió en una cuidadora excesiva de su hija, sin haber querido realmente asumir ese rol. Ya ha pasado una década desde nacimiento de su hija y ha decidido “salir del armario, salir como una madre arrepentida”. Posteriormente, se dio cuenta de que no era la única persona con ese sentimiento.
Karla afirma que transformó su angustia en “Madre arrepentida”, un movimiento de apoyo a las mujeres que se sienten como ella, pero que no se atreven a expresarlo por vergüenza o culpa; sin omitir que hace una severa crítica a la noción romantizada de la maternidad socialmente difundida.
A través de sus cuentas de Instagram (@karlatenoriome y @maearrependida_), comparte contenido con el que pretende acompañar y generar una comunidad de madres que, al igual que ella, no son felices y se arrepienten de haber decidido tener hijos.
Además, sostuvo, que uno de los objetivos de su movimiento “Madre arrepentida” es justamente erradicar la romantización de la maternidad y alertar sobre lo que realmente implica convertirse en madre, para que aquellas mujeres que aún no son madres, lo piensen dos veces antes de serlo y, en caso, de convertirse en madres lo hagan con plena conciencia de lo que conlleva “la maternidad real”.
La importancia de dar a conocer a este tipo de movimientos radica en que hacerlo contribuye a dejar atrás la idea de una maternidad ideal, en la que la mujer debe ser abnegada, sumisa y olvidarse de sí misma en aras de ser “una buena madre”, y despertar una reflexión en torno a que la maternidad no es blanca o negra y cada madre la experimenta de manera distinta y no por ello debe ser víctima de señalamientos o juicio.
La romantización de la maternidad está asociada a sentimientos de enojo, culpa y tristeza en las madres que no han vivido su experiencia de ser madres bajo los cánones sociales.
Algunas mujeres al convertirse en madres, lejos de sentirse felices o plenas, experimentan sentimientos de enojo, tristeza, depresión, soledad y hasta pensamientos suicidas, pues se arrepienten de haberse convertido en madres. La gran mayoría de ellas lo calla, por miedo a los señalamientos y por culpa, lo que impide que busquen apoyo en sus seres queridos y en una psicoterapeuta, que les ayude a trabajar en lo que sienten y así salvaguardar su salud mental y bienestar en general.
Por lo anterior, es importante promover la reflexión en torno a que la maternidad no es perfecta y promover el que se rompa con la presión social ejercida sobre las madres, a través de este tipo de movimientos.