Pensar en lo que haríamos de poder volver al pasado es algo común en los seres humanos. Más si se podría evitar una pandemia como la actual. Sin embargo, la posibilidad concreta todavía es imposible, aunque esta nueva teoría matemática entusiasma hasta a la persona más escéptica sobre el tema.
Un artículo escrito por los físicos Fabio Costa y Germain Tobar y publicado hace solo unos días en la revista científica Classical and Quantum Gravity por dos investigadores de la Universidad de Queensland, en Australia, propone un modelo muy original que describe la posibilidad de que los viajes en el tiempo libres de paradojas sean factibles. Es decir, sin los inconvenientes de Marty McFly y el Dr. Brown en “Volver al futuro”, el T-800 en “The Terminator” o Kitty Pryde en “X-Men: días del futuro pasado”.
El modelo clásico sostiene que si conocés el estado de un sistema físico en un instante determinado podés describir sus estados anteriores y también podés predecir sus estados futuros. Buena parte de nuestra tecnología se asienta sobre este principio.
Una forma sencilla de entender qué es lo que propone consiste en imaginar que dejamos caer una pelota de tenis desde el techo de un edificio. La mecánica clásica nos permite calcular con mucha precisión qué posición ocupará en cada instante la pelota y cuál será su velocidad a lo largo de su trayectoria de caída hacia el suelo de la calle.
No obstante, la Teoría General de la Relatividad descrita por Albert Einstein defiende algo muy diferente, ya que predice la existencia de bucles temporales, de manera que un sistema físico puede ocupar simultáneamente dos estados diferentes correspondientes a su pasado y su futuro. Con los desarrollos posteriores de otros físicos y matemáticos, quedó claro que as curvas temporales postulan la posibilidad de que un sistema físico pueda regresar al mismo estado del que partió inicialmente.
Obviamente, el problema es que todo lo dicho es téorico y que las máquinas para viajar en el tiempo todavía siguen limitadas al ámbito de las películas y series.
Ahora, Costa y Tobar explican que los acontecimientos a los que está sometido un sistema físico siempre se reajustan para prevenir las inconsistencias. Incluso aunque nos esforcemos para originar una paradoja como la del abuelo, que plantea qué sucedería si viajamos al pasado y asesinamos a nuestro abuelo antes de que conozca a nuestra abuela. Como nuestro papá o mamá no habrán sido concebidos; nosotros, tampoco. O sea que la motivación que nos llevó a viajar en el tiempo desaparecerá, generando una paradoja o inconsistencia temporal.
“Las matemáticas se corroboran, y los resultados son material de ciencia ficción. Digamos que viajo en el tiempo, en un intento de evitar que el paciente cero de Covid-19 se exponga al virus. Sin embargo, si evitara que esa persona se infecte, eso eliminaría la motivación para regresar y detener la pandemia en primer lugar”, explica Costa.
“Esto es una paradoja, una inconsistencia que a menudo lleva a la gente a pensar que los viajes en el tiempo no pueden ocurrir en nuestro universo. Algunos físicos dicen que es posible, pero lógicamente es difícil de aceptar porque afectaría nuestra libertad para realizar cualquier acción arbitraria. Significaría que podés viajar en el tiempo, pero no podés hacer nada que provoque una paradoja”, asegura.
Pero para los investigadores, su trabajo muestra que ninguna de estas condiciones tiene que ser así, y que es posible que los eventos se ajusten a sí mismos para ser lógicamente consistentes con cualquier acción que realice el viajero en el tiempo.
“n el ejemplo del paciente cero con coronavirus, podría intentar evitar que el paciente cero se infecte, pero al hacerlo, contraerá el virus y se volverá paciente cero, o alguien más lo hará. No importa lo que hayas hecho, los eventos más importantes simplemente se recalibrarían a tu alrededor. Esto significaría que, sin importar sus acciones, la pandemia ocurriría, lo que le daría a su yo más joven la motivación para regresar y detenerla. Por más que intente crear una paradoja, los eventos siempre se ajustarán por sí mismos, para evitar cualquier inconsistencia”, aclara Tobar.