Un indignante episodio transcurrido en el Hospital Perrando, ubicado en la provincia de Chaco, derivó en el despido de varios integrantes del personal médico. El hecho fue grabado y se puede observar a un paciente recibiendo maniobras de reanimación cardiopulmonar en una sala de internación mientras los profesionales de la salud se reían a carcajadas y aplaudían.
El video fue filmado en los últimos días y se escucha a uno de los presentes corregir a otra: “Los brazos firmes, doctora”. Luego, una mujer (aparentemente quien registraba lo ocurrido con un teléfono celular) agrega entre risas: “Arriba y abajo”.
El video se viralizó en las redes sociales y llegó a las autoridades del hospital. Nancy Trejo, directora del nosocomio, calificó al hecho de “lamentable” e informó que “se están tomando las medidas pertinentes”. “Sé que las disculpas hoy no alcanzan, pero quiero informar que junto a asesoría legal de la Institución se están llevando a cabo las acciones correspondientes y necesarias”, comunicó por medio de su perfil de Facebook.
Trejo remarcó que “el acto médico es un conjunto de acciones que recibe el paciente y que tiene como objetivo la recuperación del mismo y en la ética médica y en la normativa vigente se contemplan estos derechos: asistencia, trato digno y respetuoso, intimidad y confidencialidad”.
En esa línea, dijo que el equipo directivo del Perrando “reprueba y rechaza las imágenes recientemente publicadas en una filmación donde es evidente el espíritu jocoso de los presentes, que si bien no interfirieron en el acto médico, son hechos que desde ninguna manera se van a pasar por alto”.
“La difusión de imágenes sin consentimiento es una de las violencias más frecuentes en entornos digitales y se debe colocar la culpabilidad tanto en quien envió y subió a una red como en quien las difundió”, finalizó la médica.
Una de las protagonistas del video en cuestión fue la doctora Adriana Mónica Perroni, quien realizó su descargo en declaraciones a La Radio FM 104.7. Manifestó sentirse “muy dolida” y compartió las palabras de Trejo: “Fue una falta de respeto al paciente y al acto médico. Es muy grave de lo que se hizo, reírse de la muerte de un paciente ante el dolor de una familia que estaba esperando que nosotros le dijéramos si había sobrevivido o no, eso es terrible, demuestra falta de humanidad”.
Luego detalló: “En el acto médico estábamos involucrados tres médicos: uno hacía masajes cardio, yo hacía ACLS (Soporte Vital Cardiovascular Avanzado). Estaba abocada en ese momento al masaje cardiaco, nos turnábamos con los otros dos médicos, con el enfermero que se ve al lado mío, otra persona cronometraba el tiempo y otra que había sido designada por mí se encargaba de administrar la medicación. El paciente salió del paro en dos ocasiones, a la tercera no lo pudimos sacar. Para nosotros la situación fue muy estresante”.
Perroni afirmó que no se dio cuenta de que estaba siendo filmada. “Me entero al día siguiente cuando me voy al office de la supervisión de la enfermería a controlarme la presión porque fue una guardia muy pesada”, contó. Y continuó: “Nosotros siempre nos vemos muy afectados por lo que pasa con el paciente, aunque no se nos note, cada vida que está en nuestras personas lo interpretamos como si fuera la de un hijo”.
“Yo en el momento solo me dediqué en el paciente, uno se bloquea y está en el acto médico. Todo lo que queda fuera de eso, uno no lo registra, me dediqué a reanimar, ver el monitor, dar instrucciones, no lo vi, esa persona trabajaba en la terapia intensiva en ese momento, ahora no está más ahí, no sé dónde está, eso corresponde a las autoridades”, insistió la profesional que cuenta con 33 años de antigüedad en el hospital y es miembro de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva.
La médica dijo que quien filmó la situación “es una persona que se equivocó de profesión, que no tenía vocación, que tal vez entró pensando que tenía una salida laboral y por eso hizo enfermería. Esta chica se equivocó de profesión y tiene que ir pensando en estudiar en otra cosa”.
Para concluir pidió disculpas a los familiares. “Quiero que se queden tranquilos. Y digo lo que siempre digo: si a alguno de mis hijos les pasa algo en la vía pública tiene que ir al Perrando, es la mejor terapia de la zona”.