Esta mañana, SpaceX llevó a cabo el primer vuelo de prueba del cohete más poderoso jamás construido, Starship, con el objetivo de orbitar la Tierra durante 90 minutos como un hito hacia los viajes interplanetarios. Sin embargo, el cohete explotó en el aire poco después del despegue, lo que frustró el objetivo previsto. Se trató de un vuelo de prueba no tripulado.
El fundador de SpaceX, Elon Musk, estaba presente en el control durante el lanzamiento en el puerto espacial privado Starbase, cerca de Boca Chica, Texas, EE. UU., junto con una multitud entusiasta que celebraba con gritos y aplausos.
Este fue el segundo intento de prueba de vuelo, después de la suspensión en los últimos segundos de la cuenta regresiva el pasado lunes. El cohete se separó en el aire antes de lo previsto, causando la explosión. Musk mostró su decepción en su rostro, ya que el cohete de alrededor de 2.000 millones de dólares se esperaba recuperar.
A pesar de la frustración, Musk recurrió a su propia red social, Twitter, para felicitar a SpaceX y prometer un nuevo lanzamiento dentro de unos meses. A pesar del fracaso, el equipo de SpaceX continúa trabajando hacia su objetivo de hacer realidad los viajes interplanetarios.
“¡Felicitaciones al equipo de SpaceX por el emocionante lanzamiento de prueba de Starship! Aprendí mucho para el próximo lanzamiento de prueba en unos meses” escribió.
“Con una prueba como esta, el éxito proviene de lo que aprendemos, y la prueba de hoy nos ayudará a mejorar la confiabilidad de Starship mientras SpaceX busca hacer que la vida sea multiplanetaria”, publicó luego del lanzamiento la empresa aeroespacial y agregaron “como si la prueba de vuelo no fuera lo suficientemente emocionante, Starship experimentó un rápido desmontaje no programado antes de la separación de la etapa”.
El supercohete de Space X “Starship”:
Según la información proporcionada por SpaceX, Starship es el vehículo de lanzamiento más potente del mundo jamás desarrollado. Es capaz de transportar hasta 150 toneladas métricas completamente reutilizables y 250 toneladas métricas reemplazables. El objetivo era que el vehículo volara durante 90 minutos en la órbita de la Tierra, terminando cerca de Hawai, donde debía sumergirse en el Océano Pacífico para ser reutilizado.