Un joven entró a robar en un restaurante de la cadena estadounidense de pizzerías Little Caesar pero hacía tan mal su trabajo que los trabajadores se burlaban de él.
Desde un primer momento el ladrón no preparó cómo iba a realizar el robo ni el lugar, o no creía que asaltar una pizzería sería tan difícil, ya que una vez que se hizo con el dinero se sorprende por el poco botín que consiguió.
Como se puede ver en el video, el hombre solamente llevaba un pañuelo y unos lentes oscuros para evitar ser reconocido por las cámaras. Dentro del local, se acercó al mostrador e intentó abrir una de las cajas registradoras mientras los empleados lo filmaban.
Luego de un gran esfuerzo logró hacer un agujero por donde pudo meter la mano y sacar el dinero. Al contar la plata les preguntó a los empleados: "¿Solo hay 60 dólares? A lo que un trabajador le respondió: “Esto es un Little Caesar ¿quién te crees que viene aquí?”
Con el dinero en su poder, después de haber recibido las críticas de los empleados del lugar por haberse demorado tanto, salió del lugar, pero regresó unos segundos después para intentar borrar sus huellas digitales.
El delincuente agarró su remera y comenzó a limpiar un poco el mostrador y la caja registradora que había tocado.