El fatídico 14 de agosto de 2005, el vuelo 522 de Helios Airways partió del aeropuerto internacional de Larnaca, en Chipre, con destino a Praga a través de Atenas. Sin embargo, menos de tres horas después, los 121 pasajeros a bordo afrontaron una tragedia que conmocionaría al mundo entero.
El Boeing 737-300, apodado ‘Olympia’, se estrelló contra las colinas cerca de Grammatikó, Grecia, dejando a todos sus ocupantes sin vida. Atrapado en un circuito a 10.700 metros en el cielo y sin comunicación durante más de una hora, el avión se convirtió en un enigma mortal.
La tripulación del vuelo, encabezada por el capitán Hans-Jürgen Merten y el primer oficial Pampos Charalambous, experimentados pilotos con casi 25.000 horas de vuelo combinadas, no pudo anticipar la tragedia que se avecinaba, indicó DailyStar.
A los pocos minutos del despegue sonó una alarma de advertencia de altitud de cabina que era idéntico al aviso de configuración de despegue, por lo que ignoraron la alarma y continuaron ascendiendo sin percatarse de la lenta pérdida de presión en la cabina y por ende pérdida de oxígeno.
A los siete minutos de vuelo, los pilotos reportaron un problema de aire acondicionado, pero la tripulación ya estaba experimentando los efectos de la hipoxia debido a la falta de oxígeno. Las máscaras de oxígeno se desplegaron automáticamente al alcanzar los 5.500 metros de altitud, pero ya era demasiado tarde: el avión se estabilizó a una altitud peligrosa y los pilotos perdieron el control.
Seg+un el DailyStar el avión comenzó a dar vuelas en piloto automático porque la pérdida de presión había incapacitado a la tripulación de poder pilotar el avión.
Como los pilotos no respondían a los mensajes del control aéreo, enviaron a dos aviones de combate griegos F-16 para investigar y presenciaron la tragedia en desarrollo: la tripulación inconsciente y los pasajeros inmóviles. Vieron como el primer oficial se desplomó sobre los controles y a una mujer entrar a la cabina para intentar controlar el avión, porque el agotamiento del combustible selló el destino del vuelo 522.
Según trascendió, el asistente te vuelo, llamado Anfreas Prodromou de 25 años, no pudo recuperar el control del avión, pero tomó la decisión de alejarlo de la ciudad de Atenas para evitar víctimas en tierra.
Finalmente, los 121 ocupantes, 115 pasajeros y 6 tripulantes murieron cuando el avión se estrelló sobre un terreno montañoso.
Las investigaciones posteriores revelaron una serie de fallas sistémicas en Helios Airways, incluyendo problemas previos con el aire acondicionado y la presión de la cabina. A pesar de los informes de problemas, el avión despegó con un sello de puerta defectuoso y un sistema de presurización configurado incorrectamente.