Yanina Latorre acostumbra a hacer vivos durante las galas de expulsión de Gran Hermano. De esta manera se puede ver cómo la panelista de LAM y esposa del ex jugador de fútbol, Diego Latorre, festeja con un grito de gol la salida de los jugadores que ella no quiere, como fue el caso de Juan Reverdito y Lucila “La Tora” Villar.
En un video compartido por la periodista e influencer conocida en Instagram como @lacritiok se puede ver a la panelista relatarle al productor de LAM, Pepe Ochoa, cómo fue la vez que convenció a su marido de probar un porro
YANINA LATORRE Y EL DÍA QUE FUMÓ MARIHUANA JUNTO A SU MARIDO
La panelista comenzó diciendo que ella no tenía ningún problema con las drogas, pero que su marido no quiere saber nada con eso. En su historia, Yanina lo convenció de probar un porro en Ámsterdam.
“Diego es anti porro. Diego es anti todo. Todo le parece mal. No hay que chupar, un embole. El día que se muera, yo me drogo, me falopeó, me emborracho...” comenzó diciendo Yanina sobre su marido y la relación con el consumo de sustancias.
“Todo es pecaminoso, todo es un horror. Sos drogadicta, sos alcohólica. Todo es un drama. Estábamos en Ámsterdam y digo ‘bueno, no nos podemos ir de acá sin fumar un porro”, continuó contando la mujer. “Le digo a la gente que no fue Ámsterdam, vos entras al coffee Store, te dan como una carta y en el menú hay porro”, explicó Yanina sobre los locales en esa ciudad de los Países Bajos en dónde el consumo de marihuana está permitido.
Yanina continuó relatando la anécdota en la que eligen comprar un porro y deciden fumarlo después. Siguen caminando por la ciudad y ella propone fumarlo antes de llegar al hotel. Resulta que Diego Latorre le da una pitada y no le cayó muy bien.
“Decretó que se moría” relataba Yanina entre risas y agregó que su marido empezó con taquicardia. Como pudo, llevó a su marido hasta el hotel, en donde terminó desnudo y en posición fetal, “esperando la muerte”, se mofaba la panelista.
El “mal viaje” de Diego Latorre terminó de la peor manera porque le dio diarrea y mientras él lloraba en el baño, Yanina no podía contener más la risa.
Lo que empezó como un plan perfecto para tener una noche de pasión, terminó con la pareja caminando a la madrugada por las calles de Ámsterdam en busca de un chocolate para bajonear.