Prepotencia y seguridad vial

Prepotencia y seguridad vial
Prepotencia y seguridad vial

Puede ser que esté equivocado, pero las acciones y “gestos” que la Administración Nacional viene desarrollando desde hace unos años parecen darme la razón.

Uno de los presupuestos “básicos” para el diseño e implementación de una política pública en una nación republicana y federal es el diálogo con las autoridades jurisdiccionales y hasta los sectores con intereses legítimos en la materia que se trate (en nuestro caso la circulación terrestre y su seguridad vial). Más aún, a mi entender (puedo estar errado), una buena política puede llevar hasta el extremo de ser “cautivante” para el desarrollo de ese “diálogo”.

Nada de eso ha pasado en estos últimos años. Por el contrario, las “acciones” verificadas han sido no sólo inconsultas, sin “audita” partes, sino también “prepotentes”. De “cautivante” nada…

Repasemos algunos ejemplos:

1. La Nación postergó los plazos comprometidos para la incorporación de tecnología de seguridad esencial en la industria automotriz (EPS, Isofix para las sillas infantiles, etc), sobre un parque automotor que circula por todo el territorio de la república.

2. Creó una autoridad de comprobación (agentes de la ANSV) sumándola a una autoridad de aplicación (Gendarmería Nacional) sobre rutas y autopistas nacionales, obviando una facultad no delegada por las provincias a la Constitución Nacional (igual sólo puede prosperar si hay convenio).

3. “Obliga” a la expedición de una licencia nacional de conducir para poder aspirar a la Linti (licencia de transporte interjurisdiccional), todo bajo la esfera de la ANSV, organismo “virgen” en la materia de transporte.

4. Aumentan las dimensiones de los vehículos de transporte de cargas (alto 4.30 m), incorporan el bitren, habilitan el acoplado en vehículos de transporte de personas (turismo). Todos estos vehículos circulan por todo el territorio.

Podría dar más ejemplos. Aclaro que no me refiero en este caso al “fondo” de cada medida (no hago ahora juicio de valor) sino a la “forma” en que se impuso (o se pretendió hacerlo).

El último ejemplo de este proceder es la “virtualidad” en el control de la licencia nacional y las cédulas verde y azul que acreditan la tenencia del automotor.

Así, de “prepo” nomás… y ya, en las últimas disposiciones, ni siquiera “invitan” a las provincias a  adherir a las mismas. Total, ¿para qué?… Mendoza y Santa Fe ya “observaron” la vigencia de la norma en sus territorios. ¿Se habrán sentido “prepoteadas”?. De “cautivante” nada. ¿Política pública?...naaaa

¿La república?, ¿seguridad vial? Bien, gracias… 
 
Eduardo Bertotti

DNI: 11.987.152

Director Instituto Seguridad Vial Buenos Aires

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