El Cuervo vuela alto. Solo. Se aleja. Al menos, hasta que juegue Boca. Con el sufrido triunfo 3-2 que San Lorenzo consiguió ante Argentinos, escaló a lo más alto de la tabla y quedó como único puntero.
Con autoridad y jerarquía, y algo de tibieza que puso en jaque la victoria, el Ciclón se afianzó en la cima y profundizó la crisis del Bicho, aunque la reacción para llegar al empate parcial 2-2 dejó un toque de esperanza.
San Lorenzo pareció liquidar el partido en el PT. Esa penetración de Caruzzo (no gritó el gol por respeto a su pasado en el club) y el fuerte remate de Villalba fueron suficientes para dejar impotente a su rival y llevar las riendas del partido de punta a punta.
Sin Torrico (problemas familiares), Devecchi asumió la responsabilidad en el arco respondiendo a la altura de las circunstancias. Hasta que surgieron las fracturas en el fondo...Mientras desde la tribuna bajan insultos y reclamos, los de Boedo jugaban con la calma del resultado. Pero apareció el orgullo, ése llamado fuego interior y el Bicho a base de empuje se encontró con el descuento de Ham.
Eso motivó al equipo y al toque, con la misma fórmula pero desde la otra punta, Garré también se metió solo por el segundo palo y sacó el zurdazo para el 2-2 que llenaba de ilusión al barrio de La Paternal.
Pero en la última, Herrera vio una infracción en el área de Laso a Barrientos y no dudó. Penal que Ortigoza cambió por la victoria. Victoria que suba al Ciclón a la cima del torneo.
Fuente: Olé