El 74% de las personas duerme de costado, el 16% lo hace boca abajo y el 10% prefiere acostarse mirando hacia el techo. Así lo afirma una investigación que se hiciera en Estados Unidos para detectar cuáles son los inconvenientes, o beneficios, que cada postura trae consigo. Aquí te apuntamos pros y contras, uno por uno.
Dormir de costado: minimiza los ronquidos, permite que la columna sufra menos, mejora la circulación y es la recomendada durante el embarazo. Pero aumenta la aparición de arrugas, empeora la caída de los pechos, puede causar dolor de hombros y de cadera.
Dormir boca arriba: reduce la aparición de arrugas, la caída de los pechos, si la espalda está inclinada minimiza la acidez estomacal. Pero empeora los ronquidos, facilita las pesadillas y complica a las vértebras -excepto que tengas una muy buena almohada-.
Dormir boca abajo: minimiza los ronquidos. Pero tiene más contras que pro porque es la posición más perjudicial para la espalda, ya que obliga a girar la cabeza para poder respirar, favorece la aparición de lumbalgia, puede provocar dolor de cuello, aumenta la aparición de las arrugas y empeora la caída de los pechos.