Desde fines de noviembre de 2016 y hasta la fecha, los más atroces y desgarradores detalles se han conocido y siguen ventilándose aún sobre los abusos sexuales cometidos contra chicos sordos que estudiaban y dormían en el instituto religioso Antonio Próvolo (Carrodilla).
Por el aberrante caso hay 2 curas imputados -Nicola Corradi (83) y Horacio Corbacho (59); quienes están siendo enjuiciados por estos días junto al ex jardinero Armando Gómez (49)-; 2 monjas y otros 10 ex trabajadores del establecimiento. Incluso, hay hasta un ex monaguillo condenado (Jorge Bordón, quien confirmó que los abusos existieron al reconocer la autoría de 12 hechos de abusos por los que fue condenado en setiembre del año pasado a 10 años de prisión).
Desde el primer día en que se conocieran los hechos, las víctimas -junto a sus familiares y abogados- han insistido en un reclamo claro: la falta de ayuda de la Iglesia en general, y del Vaticano en particular. Las acusaciones llegan hasta al mismo Papa Francisco. Y por este motivo es que 4 ex alumnos que estudiaban y dormían en el Próvolo lujanino y que denuncian haber sido abusados viajarán antes de fin de año al Vaticano.
Se trata de jóvenes sordos -todos mayores de edad actualmente, aunque eran menores cuando fueron abusados- que integran el caso y que han sido claves con sus denuncias y declaraciones en la investigación por los episodios. Dos chicas y dos chicos, más precisamente, son quienes viajarán a Italia con apoyo de la Asociación Italiana de Sordos para luego manifestarse en la plaza San Pedro con la intención de hacerse oír y notar ante el Sumo Pontífice.
"Al Papa no le va a quedar otra que tener que recibirlos cuando se entere que hay 4 víctimas que viajaron de Mendoza especialmente a reclamar que intervenga, que deje de desentenderse en un caso que involucra directamente al Vaticano", detalló Ariel, papá de una de las denunciantes que viajará a Italia. Ya todos los detalles están en marcha, y el hombre confirmó que es la entidad del país europeo quien costeará los pasajes y la estadía.
“El Papa ya vino a Chile y ni siquiera se hizo un lugar para estar en Argentina y en Mendoza acompañando a los chicos. Ni siquiera se ha referido a los hechos. Es inentendible”, agregó.
La participación de la entidad italiana no es casual. Es que en la década del 70 varios jóvenes sordos que estudiaban en el Próvolo de la ciudad italiana de Verona (donde está la sede central del instituto) denunciaron y acusaron a varios curas y laicos del establecimiento por los abusos sexuales. Entre ellos estaban el sacerdote Corradi y el laico Eliseo Pirmati, y ambos fueron trasladados a la sede del mismo instituto en La Plata ni bien se conocieron la acusaciones (en Italia se abrió una causa judicial por el tema, aunque se cayó).
Ya instalados en Argentina, tanto Corradi como Pirmati también fueron denunciados por ex alumnos sordos -también menores- del Próvolo platense, y las acusaciones concretas fueron abusos, corrupción de menores y maltratos; todo durante las décadas del 80 y 90.
En La Plata la causa penal se reactivó luego de que se conocieran los hechos mendocinos hace casi 3 años. Es que después de las primeras irregularidades detectadas en la capital bonaerense, a Corradi volvieron a trasladarlo -esta vez a Mendoza y ya mediados de los 90 para quedar al frente de la tercer sede del Próvolo: la mendocina.
Actualmente la investigación en La Plata -comandada por la fiscal Cecilia Corfield- se centra en el cura, en el mencionado Pirmati y en un ex celador y profesor de informática del instituto.
En Mendoza, Corradi está detenido desde noviembre del 2016 -junto a su par Corbacho- y el italiano tiene 6 imputaciones por abusos sexuales y casos de corrupción de menores. Desde La Plata han solicitado que se lo traslade para la instrucción, aunque es algo que no se concretará mientras dure el juicio mendocino. Por otra parte, la Justicia bonaerense solicitó que se avance con la extradición de Pirmati, quien viajó a Italia en 2017 -cuando empezaba a estallar el Caso Próvolo mendocino- y quien hace meses fue descubierto viviendo en una casa en Verona y dependiente del instituto.
