Con el corazón en la mano, con el alma en cada pelota, llevando cada palabra del himno oficial del Club Atlético Gimnasia y Esgrima en el pecho. Así tendrá que jugar cada hombre del Lobo esta primera final de cuatro, que disputará para recuperar ese lugar que se ganó con fútbol en la Primera B Nacional allá por el 2014.
El 25 de noviembre de 2015, los penales en la Paternal ante Madryn lo convirtieron en un mar de lágrimas cuando perdió la categoría. Pero volvió a trabajar como lo hacen los equipos grandes. Sí, porque nuestro Lobo es un grande del Interior del país.
Pero la fortuna le volvió a meter una puñalada en el corazón. Y el domingo 16 de julio de 2017 otra vez los penales le jugaron una mala pasada. Perdió el ascenso ante Mitre de Santiago del Estero. Heridas que aún no cicatrizan.
Y duelen. La medicina avanza a pasos agigantados, pero para estas huellas no hay solución. Lo único con lo que puede dulcificar esos “amargos sabores” el corazón del hincha Mensana es con el ascenso. Es decir que el domingo 22 de abril, el kilómetro cero de Mendoza se vuelva a vestir blanquinegro.
Hoy Gimnasia tiene su primera prueba. Desde las 21, recibe en su estadio a Juventud Unida de San Luis. Un rival que conoce de memoria y al cual ya le demostró su jerarquía. Sólo 360 minutos separan al Lobo de su gran objetivo. No existe margen de error. Hasta la próxima parada: la B Nacional.