En un corto mensaje emitido por televisión, el presidente de Cataluña o ex para el Gobierno, Carles Puigdemont, rechazó su destitución y convocó a la población a hacer "oposición democrática" y "cívica" al gobierno español, para defender la independencia.
El ex mandatario pidió "paciencia, perseverancia y perspectiva" a los catalanes para "defender las conquistas conseguidas hasta hoy" y mantener una "oposición democrática" a la aplicación del artículo 155 de la Constitución catalana, que dio paso a la intervención por parte del gobierno español.
"Seguiremos construyendo un país libre", afirmó Puigdemont en un breve discurso que parecía grabado y fue emitido en la víspera, a las 14.30 de España, por la señal regional TV3. Simultáneamente, el canal La Sexta mostraba al dirigente secesionista almorzando en un bar en su ciudad natal de Girona, interrumpido ocasionalmente por transeúntes que pedían tomarse selfies con él.
"Nuestra voluntad es continuar trabajando para cumplir los mandatos democráticos y al mismo tiempo buscar la máxima estabilidad y tranquilidad, entendiendo las dificultades lógicas que conlleva una etapa de esta naturaleza, que nuestro país no ha recurrido nunca", afirmó el líder separatista en su discurso de apenas tres minutos, difundido horas después de que el presidente español Rajoy traspasara a su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, todos los atributos de la presidencia catalana, haciendo así efectiva la intervención.
"El mensaje que quisiera dirigir es que tengamos paciencia, perseverancia y perspectiva", aseguró el político desde un atril adornado con el emblema oficial del gobierno catalán. A su espalda había banderas de Cataluña y la Unión Europea, pero no de España.
Poco antes de la declaración del líder independentista fuentes de ese movimiento explicaron que el gabinete de Puigdemont no se da por destituido y tiene previsto mantener su actividad, orientada a llevar a la práctica la independencia declarada.
De este modo, el gobierno de Puigdemont rechaza las medidas que aplicó Rajoy, con el visto bueno del Senado, para recuperar la legalidad constitucional. Entre ellas figura la destitución de todo el Gabinete catalán y la convocatoria de elecciones autonómicas para el 21 de diciembre.