La fiesta de Gimnasia fue completa. El 30 de setiembre de 2018 quedará grabado a fuego en los corazones, y no sólo por el resultado. La gente del Lobo asistió al Víctor Antonio Legrotaglie masivamente y copó cada uno de los rincones del estadio.
Como si fuera un guiño cómplice del destino, enfundados en las camisetas blanquinegras, armó la fiesta desde temprano. La espera se hizo larga. Pero cuando los jugadores de ambos equipos saltaron a la cancha, el Víctor latió al ritmo de esos corazones eufóricos que esperaban ponerle fin a una nefasta racha de 36 años sin vencer al eterno rival en campeonatos organizados por AFA.
Así como el equipo, los hinchas del mensana empujaron al equipo hasta que Pato Cucchi puso la caldera en su punto máximo de ebullición.
Se relajaron al compás del equipo, cuando los de José María Bianco se replegaron e intentaron salir de contragolpe.
"Che leproso, vigilante, nunca será tuyo el parque, es el Lobo tu marido, ese que más te ha c...", fue el hit elegido para los minutos finales.
Los fuegos de artificio y las bengalas blanquinegras ya habían hecho lo suyo en el cielo de la hermosa tarde mendocina. El superclásico del fútbol mendocino goza de buena salud.