Que la oficina no te mate

Durante nuestra jornada de actividades hay múltiples factores que influyen negativamente en nuestra conducta para hacernos sentir estresados. Aquí algunos casos típicos que te servirán para identificarlos.

Que la oficina no te mate
Que la oficina no te mate

En la pantalla de la computadora aparece un email tras otro y las horas extra son inevitables. Todo el mundo conoce situaciones de estrés en el trabajo diario. Manejar esas situaciones con calma es todo un desafío.

"En términos generales, el estrés aparece cuando tengo la impresión de no recibir suficiente reconocimiento por mi trabajo", dice el profesor alemán Tim Hagemann, especialista en psicología laboral. También hay otras causas, por ejemplo, cuando los empleados no pueden influir en su situación o se sienten inseguros.

He aquí cinco factores típicos que desencadenan el estrés y algunos consejos para manejar mejor tales situaciones:

- Los colegas quieren descargar en otros parte de su trabajo. El volumen de trabajo se acumula, en breve hay una importante presentación y ahora el colega quiere trasladarte una tarea para la que uno no es competente. “Aquí, lo que ocasiona el estrés es la injusticia y el enfado por el trabajo adicional”, explica Hagemann. En este caso, lo mejor que se puede hacer es decir simplemente “no”, dice por su parte el psicoterapeuta Werner Gross. Sin embargo, si en ese justo instante hay mucho trabajo que hacer en la empresa, muchas veces es imposible negarse. “Si se acepta la tarea adicional, es mejor ya no sentirse molesto por ella y acometerla con una actitud positiva”, recomienda Hagemann.

- Una maratón de reuniones: Si la jornada está cargada de reuniones, lo más importante es adecuarse mentalmente a esta situación. Lo primero que debería hacer el empleado es averiguar por qué las reuniones le causan estrés, dice la asesora labor Ute Bölke. “¿Se va acumulando el trabajo normal durante ese tiempo o siento que mi asistencia a la reunión no tiene sentido?” En este último caso, hay que buscar soluciones. Muchas veces, sin embargo, la participación es inevitable. Entonces, lo mejor que puede hacer el empleado es aprovechar el tiempo que dura la reunión para hacer algo interesante. Por ejemplo, presentar un aporte propio a la discusión o comunicarse con colegas aún desconocidos.

- El empleado se siente desbordado por una nueva tarea compleja: En este caso, puede ser útil buscar primero el apoyo de alguien, dice el profesor Hagemann. Muchas veces ya ayuda discutir un tema con un colega experimentado. Si esa ayuda no existe, el empleado debería dividir el desafío en pequeños objetivos intermedios, dice Gross.

- Se avecinan horas extra: Si una sección de la empresa ha asumido un proyecto para el que en realidad no tiene suficiente personal, la necesidad de hacer horas extra durante las próximas semanas es previsible. “En este caso es recomendable asumir la situación y aceptar que las próximas semanas van a ser duras”, dice Bölke. Además, el empleado que se enfrenta a esta situación debería darse una recompensa para cuando haya terminado el proyecto. Por ejemplo, un viaje con la familia o unas breves vacaciones.

- La bandeja de entrada del correo electrónico se desborda: Gross recomienda dividir los emails en categorías. Los mensajes con prioridad A son importantes y se tienen que contestar inmediatamente. Los mensajes con prioridad B también son importantes pero no urgentes, por lo que también pueden ser contestados un par de horas más tarde. Los emails con prioridad C no son importantes. El propio empleado debe decidir si va a contestarlos o si los ignora. Para tener una mejor visión de la bandeja de entrada, los emails se pueden marcar con diferentes colores.

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