Que el vino es noble, está claro para quienes lo aprecian. Lo mejor, tiene muchas variantes. En una llanura de Hungría se produce el vino Tokaji, así llamado por la región donde crecen sus viñedos. Es tal vez el más antiguo del mundo. La Unesco lo incluyó en su listado como Patrimonio de la Humanidad.
Desde hace mil años, el Tokaji se prepara con la misma técnica: a partir de uvas afectadas por un hongo que deshidrata los granos de uva y concentra sus azúcares. Entre las cinco o seis variedades de uvas se destaca la Furmint, por su alta acidez, mucho azúcar y un perfil aromático picante. Esto implica que envejece con sabiduría. Entre los vinos dulces, el Tokaji es un clásico que supo disfrutar la aristocracia europea.
Otro producto singular es el Eiswein, o “vino de hielo”. Un néctar dulce, con un cuerpo regular y un bouquet de matices tropicales, de gran persistencia aromática. Lo curioso es que se produce en condiciones climáticas que sólo se encuentran en el noroeste de Canadá y en unas pocas bodegas en Alemania.
La técnica de elaboración es muy delicada y difícil de dominar, por eso el Eiswein se elabora en pequeñas cantidades, con uvas maduras congeladas que se recogen a mano durante la noche. El jugo obtenido, muy escaso, posee una alta concentración de azúcares y ácidos naturales, lo que le da su sabor tan exquisito. Este jugo puede tardar meses en fermentar plenamente, a diferencia de los días o semanas necesarios para la mayoría de los vinos de mesa.
En Inglaterra se consigue un curioso vino de rosas. Es un demi sec, rosado, con infusiones de pétalos de rosa que le dan color y aroma propios. Algunos entendidos indican que el Chateau Lafite, Burdeos 1787 es el vino más raro y probablemente el más caro. Envasado en una botella de vinagre, fue propiedad de Thomas Jefferson y se vendió por 160 mil dólares. Pero ya no se puede tomar, lo que lo hace aún más raro.
En la Argentina no nos quedamos atrás con ciertas excentricidades. Hay bodegas mendocinas que conducen la fermentación de la uva acompañada de música instrumental clásica, que aplaca el estrés de las levaduras y favorece la generosidad de los caldos. Otra rareza es el vino más viejo del continente, un Lagarde Semillón cosecha 1942.
Juan Roby, enólogo de Bodega Lagarde, comentó a Turismo que en 1970 la familia Pescarmona se encontró con una rareza en la bodega: un tonel de 1.800 litros con un Semillón de 1942. Hacia mediados del siglo pasado, era una práctica corriente en Mendoza, cortar el vino tinto con un 5% de vino blanco, para suavizar y darle mayor estabilidad de color. Es así que la finca antigua de Lagarde estaba implantada en esa proporción: un 95% de Malbec y un 5% de Semillón. En años climáticos excepcionales se elaboraba un Semillón sobre maduro de cosecha tardía para estos fines. Este vino, también excepcional, fue elaborado en 1942 y embotellado completamente en 1990 y desde entonces, por su originalidad, ha sido invitado permanente a los concursos internacionales. Su precio supera los $ 5.000.
Descripción
Vista: Amarillo oro, brillante, con reflejo verde botella antigua diamantino. Impactante, de extraordinario cuerpo visual. Lágrima impecable, elegante, casi principesca, muy lenta y gruesa. Un deleite a la vista. Aromas: Intensos, profundos, largos y muy complejos con un excepcional bouquet donde se destacan el chocolate dulce muy delicado y suave, café, avellanas, nuez, caramelo de leche y una miel muy sutil además de tonos de tierra húmeda. Para los no muy avezados se presenta como el equivalente a un impecable amontillado español, con una intensidad aromática impecable. Sabor: De excepcional personalidad. Seco casi absoluto, incisivo en la boca, fino, muy complejo con gran definición alcohólica; aterciopelado y mostrando elegantemente una oxidación noble, producto de sus casi 50 años en una barrica de roble única y exclusiva.
Detalles: 50 años después de haber sido elaborado se presentó al máximo concurso mundial de Grandes Vinos de Prestigio (1992), Las Selecciones Mundiales de Canadá- y ganó la Gran Medalla de Oro. Varios años después (1997) repitió la hazaña siendo considerado Campeón Mundial Vinoforum en Presov, República de Eslovaquia, con puntaje perfecto (0 punto en contra). Integró subastas de grandes vinos del mundo, realizadas en Bordeaux, Francia y registradas en Londres, París y Nueva York, obteniendo un precio récord jamás alcanzado para un vino argentino.
Es además el vino en existencia comercial más antiguo de América. Integra las bodegas particulares de los más distinguidos coleccionistas mundiales, grandes restaurantes de excepcional prestigio en Europa, América del Norte y Japón. (www.lagarde.com.ar)