Hace poco más de una semana, la Selección Argentina de Futsal lograba su segunda estrella en el certamen ecuménico disputado en Misiones.
La final ante Brasil aun palpita en nuestros corazones por lo valioso del logro y la manera que se obtuvo. A escasos segundos del final, el plantel de Avvedutto forzó el alargue y allí, ese grupo conformado por 9 mendocinos (8 jugadores y un integrante del cuerpo técnico), le dio a nuestro deporte una estrella más a nivel mundial, y eso no es poco.
Por eso, ayer, en una medida más que acertada de la dirigencia mensana, cuatro de aquellos protagonistas, fueron agasajados en el entretiempo del partido entre el Lobo y Santmarina, por la B Nacional.
Si bien estaban todos invitados, sólo pudieron asistir al evento Agustín López, Marcelo Mescolatti, Renzo Grasso y "Quique" Oropel. Ellos recibieron de manos del presidente Fernando Porreta y nada menos que del propio Víctor Antonio Legrotaglie un diploma conmemorativo y pasaron por un pasillo de honor que le realizaron los jugadores de inferiores de futsal del Lobo.
Posteriormente, llegó el momento de la emotiva vuelta olímpica cuando los protagonistas recibieron el caluroso aplauso de todos los concurrentes que entonaron el inconfundible “dale campeón, dale campeón” durante un buen rato.
Este fue el cuarto reconocimiento que se le realiza a los campeones mundiales mendocinos. Primero pasaron por la Gobernación, donde recibieron el reconocimiento de Alfredo Cornejo, luego en la Municipalidad de Las Heras, la Municipalidad de Godoy Cruz, en el Parque Benegas. Además, cada uno de los jugadores fue reconocido en su propio club.
