El 17 de noviembre de 1909 nacía el Club de Regatas de Mendoza, entidad fundada por Emilio Civit; gobernador que dedicó su gestión a la obra pública y terminó el Parque General San Martín. En abril de 1911, el poder ejecutivo entregó a la comisión directiva del Club el local de las tribunas del lago.
En sus comienzos la entidad contaba con dos salones de piso de tierra, sanitarios, una tribuna de hormigón armado, las terrazas colgantes y otras dependencias que eran utilizadas como gimnasio, cantina y también como vivienda. Además de materiales flotantes que fueron adquirido gracias a una donación del poder ejecutivo provincial en 1911.
Sus primeros miembros fueron ingleses, trabajadores del ferrocarril Buenos Aires al Pacífico (BAP). Treinta pioneros que comenzaron a desarrollar -de la mano- la disciplina de la natación y el remo. Aquel número inicial de miembros y de entusiastas se fue multiplicando gracias a las primeras campañas de afiliación que se realizaron, en el año del centenario, en la secretaria del Club Gimnasia y Esgrima, en calle Gutiérrez.
Cinco años después de su fundación, la entidad del Parque ya contaba con una gran vida social. Era anfitrión de importantes reuniones deportivas como las fiestas Venecianas o las competencias para señoritas en botes de paseo de cuatro y dos remos.
Además comenzaron a destacarse -en crónicas- sus primeros sportsman: Jorge Hertlin, Gustavo Herling, Franc Petersen, Leslie Freeth, Remeth Everill, Juan Pujol, Julio E. Ducombs, Gastón Muñoz, Adolfo Luz y Gustavo Vautier, entre otros.
Un paseo rumbo al oeste
En aquellos tiempos el Club de Regatas estaba alejado de la ciudad, aunque esta había comenzado a extenderse hacia el Oeste. Los deportistas debían llegar hasta los portones del Parque en tranvía y desde allí, ir a pie hasta la casa del lago. Tiempo después, para servicio de los socios, hubo un break tirado por caballos con capacidad para diez pasajeros. Posteriormente, con el avance de los automotores, un Ford abierto con asientos transversales y capacidad para 25 personas.
Regatas crecía y en el año 1928, el básquet realizó su debut en el club. Las primeras prácticas se realizaban en una cancha ripio, al oeste del Prado Español. A principios de la década del '30, el club contaba con una plantilla que superaba los 500 socios y otros deportes no tardaron en reclamar un lugar: así se comenzó con la práctica del tenis y el esgrima.
La lista de deportes, que contienen a la natación y el remo como estandartes, fue creciendo con el paso de los años para sumar además el Ajedrez, Boxeo, Judo, Karate, Taekwondo-Do, Navegación a Vela, Voley, Tenis de Mesa, Triatlón, Balonmano y el Fútbol de salón. La historia del andinismo en el Club Mendoza de Regatas comienza en las décadas del ’30, y en diciembre de 1946, Alfredo Magnani -con apenas 15 años- y Héctor Perone hicieron cumbre en el Aconcagua, en el Coloso de América.
De los gentleman a nuestros días
De aquel Club de tribunas de cemento frente al lago y motorizado por el entusiasmo de sus primeros socios ferroviarios, el Club Mendoza de Regatas ha desplegado una rica historia de esfuerzos y también de triunfos. De esta institución Deportiva y Social, que ya ha impuesto como una marca la Regata Internacional Vendimia (que este año cumplió con su 71° edición), cuenta con una cantera rica en logros.
Entre ellos el de la nadadora Florencia Szigeti, que participó en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 y Atenas 2004, obtuvo medalla de plata en el Juegos Panamericano de Santo Domingo y entró en la final de 100 metros libres en el Mundial de China 2005.
O en el remo, con la participación olímpica de Horacio Sicilia y Elina Urbano en los Juegos de Atlanta 1996, o las medallas Panamericanas Sicilia, Urbano, Patricia Conte, Manhic, Gallina, Fernández, Carlo Lauro y Joel Infante; sólo para hacer un repaso por demás somero.
Aquel club, que en 1910, organizaba grandes festejos por el aniversario de la Revolución de mayo; de sus jóvenes 100 años aún restan muchas historias por contar.
