La Naranja Mecánica mostró su mejor versión en cuatro presentaciones. ¿Sus virtudes?: orden y agresividad defensiva; paciencia y goleo repartido en cada ataque estacionado, sumado a las salidas rápidas en transición que rompieron el equilibrio de Centro Español.
Rivadavia Básquet cosechó su segundo triunfo en al hilo y en el certamen ante el conjunto de Plottier. Fue triunfo por 75-61 con una notable actuación, una vez más, del alero Matías Bernardini, autor de 15 puntos. Otro punto alto del quinteto de Fernando Minelli fue Cristen Wilson, quien aportó un doble doble, con 16 puntos y 10 rebotes.
En el primer cuarto, Rivadavia mostró un juego de alto vuelo. Impecable en ataque y efectivo en defensa. Y eso que arrancó con una racha negativa de 6-0. Sin embargo, reaccionó, Cristen Wilson se hizo imparable y el Naranja terminó el primer cuarto arriba 25-9. En el segundo cuarto, Minelli, fiel a su estilo, empezó a mover el banco de relevos. Rotación permanente. Aparecieron un par de bombas de Sepúlveda y Centro Español descontó cuatro puntos antes del descanso largo (41-30).
En el tercer parcial, la visita atropelló a un Rivadavia que ingresó desconcentrado tanto en defensa como en ataque. El quinteto de Marcelo Santángelo se puso a tres puntos, sin embargo, apareció la mano caliente de Bernardini y de esta manera, el conjunto del Este, volvió a controlar los hilos del juego e ingresó al último cuarto con una diferencia a su favor de 8 puntos (57-49).
Había que recuperar la efectividad defensiva para asegurar el triunfo y los jugadores Naranjas, lo entendieron a la perfección. Por esta razón, Rivadavia fue amo y señor del último período. Volvió a lastimar Cris Wilson con su goleo y cada vez que Rivadavia fue a la línea no falló. Por esta razón, el equipo de Fernando Minelli cantó victoria por segunda vez consecutiva. El plus: mostró su mejor versión.