La nostalgia se va fundiendo con la emoción desenfrenada de un videoclip lleno de fotos, imágenes y recuerdos. Los abrazos son genuinos y forman parte del repertorio de una amistad interrumpida por el poder sobrenatural e inevitable del señor destino. Es una noche especial para Roberto Domingo Rogel. Es nada menos que la del reencuentro con los hacedores del "semillero del toque". Y en una constelación de estrellas invitadas, sobresalen la de sus sus más amigos: el Negro Guayama y el Víctor Legrotaglie.
-¿Hacía mucho que no venía por Mendoza?
-Sí, bastante. Desde que falleció mi viejo (José), hace cuatro años.
-¿Qué significa Gimnasia en su vida?
-Mucho. Es el club que me formó y el que pasé muchísimas cosas lindas en las inferiores. A través del dirigente Hugo Guzzo y después los técnicos, que tenían un trato paternal con uno, como el “Mona# García. El que se acercaba lo hacía para apoyar y para que las cosas salieran mejor. No había competencia inútil, sino que era para salir adelante y para que se pudiera llegar a jugar en el fútbol de Mendoza. Y si te tocaba emigrar, como me pasó a mí, era un súper sueño.
-Cuando empezó a jugar en las inferiores de Gimnasia, ¿imaginaba que iba a tener la carrera que tuvo posteriormente?
-Para nada. Siempre dije, soy un agradecido a los compañeros que tuve en mi carrera. Desde las inferiores de Gimnasia, luego cuando me tocó ir a La Plata, en Boca, en México y en Colombia uno tenía una forma de trabajo intenso y esa era el arma que tenía para ingresar en todos los niveles.
-Seguramente fue importante haber compartido el homenaje del doctor Casares juntos a sus hermanos, ¿no?
-Sí, fue muy emotivo. La familia es la que está siempre y la que más exigía. Todo lo que sea abrazarme con los compañeros acá en Mendoza, que hacía muchos años que no veía, es lo que uno se lleva.
-¿Sigue al fútbol mendocino? ¿Sabía que Gimnasia ganó la Copa Mendoza?
-Sí, claro que lo sigo. Aparte hablo con mi hermano Raúl, que lo va a ver siempre y me cuenta los detalles.
-¿Cuál es su actividad?
-Ahora estoy en el programa Pintado de Azul y Oro, en televisión con el Chino Benítez, y esperando a ver qué puede surgir en el fútbol porque esto es una pasión que uno tiene. Voy a ver fútbol y no sólo a Boca, voy a Vélez, San Lorenzo y Ferro, que son las canchas que más cerca me quedan de casa.
-¿Cómo se trata a las glorias en Boca?
-Tenemos un tratamiento especial. Boca es el único club que tiene una mutual de ex jugadores. Eso ayuda mucho a todos económicamente. La mayoría de los ex jugadores tuvo un pasar muy bueno, pero las cosas cambiaron y no es lo mismo que el fútbol actual donde se gana un dinero increíble.
-¿Cómo ve el cambio de dirigencia que tuvo Boca y específicamente a Riquelme?
-Hay que esperar cómo se manejan porque no tuve trato con ninguno de ellos, ni siquiera antes de asumir.
-¿Votó en la últimas elecciones de Boca?
-No, yo no soy socio. Dejé de serlo hace seis o siete años.
-¿A quién hubiese votado?
-No sé porque no me puse a definir una posición así. Lo que sí sé es que tomaron una medida de sacar a los técnicos de inferiores y están en todo su derecho, aunque no me parece bien la forma en que lo hicieron porque por teléfono no podés echar a un tipo, y menos si fue compañero tuyo o que ejerció tu misma profesión.
-¿Cree que Riquelme está capacitado para desempeñar el cargo que ocupa?
-No sé, él jugaba muy bien, pero no sé cómo se manejará en ese nivel dirigencial. No lo conozco y nunca se presentó la posibilidad para charlar informalmente de fútbol como para darme cuenta de su visión.
-¿Qué opina de la gestión de Daniel Angelici?
-Mirá, lo que se decía es que económicamente el club estaba bien. Después, lo demás lo vimos adentro de la cancha: se manejaron mal. Sobre todo en el último año, después de perder la final con River.
-¿Qué sintió cuando vio a Boca jugar contra River en el Monumental tan a la defensiva y con Soldano de volante por derecha?
-En su momento, en Pintado de Azul y Oro lo critiqué porque la esencia del juego es salir a ganar tomando precauciones, pero no al nivel que se hizo. Y no se trata solo del DT, sino de las generales del fútbol.
-¿Cuál fue el logro más importante de su carrera?
-Todos. La vivencia de esos momentos es superlativo. En 1969 cuando dimos la vuelta con Boca en cancha de River, en el mismo estadio que hice el primer gol de la Selección en la era Menotti, fue especial. Siempre digo que fui un afortunado: en Boca logré 3 títulos, fui a México y salimos campeones con Tigres y después en Colombia, con Deportivo Cali.
-Como técnico ¿el mejor equipo que dirigió fue el Vélez del 91/92 que clasificó a la liguilla pre Libertadores?
-Puede ser. Hice debutar a Bassedas, ‘Turu’ Flores, Gómez, Pellegrino y Pompei, pero también dirigí a jugadores hechos, de jerarquía internacional como Ruggeri, Alonso, Bianchi, Pumpido, Gareca, Rinaldi, Insúa, Ischia, Fillol, etc.
-¿El mejor equipo que integró como jugador?
-El Boca campeón de 1969 y el del 73-74, que no logró ningún título. Esos equipos tuvieron un nivel de juego muy alto.
-¿Cree que a Gimnasia se le puede dar el ascenso?
-Claro que puede. Tiene todo para jugar en Primera división, pero le va a costar porque son torneos largos y duros. Gimnasia hizo siempre un gran papel en los Nacionales. Le hizo 5 goles a San Lorenzo en su cancha y eso un antecedente sumamente importante.
-¿Qué significó compartir escenario con Legrotaglie?
-Algo espectacular e inolvidable. Era un jugador diferente, tocado por la varita mágica. Tenía una capacidad notable.
-¿Quién lo apadrinó en sus inicios en el fútbol?
-Don Hugo Guzzo, que después me vendió a Gimnasia de La Plata y con quien hoy mantengo una gran relación, tanto con él como con su hermano Jorge y toda la familia. Y después, Víctor siempre me alentó y me dio tranquilidad. En el Lobo de Mendoza no jugué tanto, fue solamente un año. Pero muy hermoso y positivo.
-¿Cómo es eso de hacer periodismo? ¿Le gusta estar en televisión?
-Hablo de fútbol. De hecho, di clases en escuelas de periodismo de Buenos Aires y fui contratado por la Federación Ecuatoriana para dar clases en la escuela de entrenadores durante dos años. Siempre le decía a los chicos que estudiaban periodismo que hablaran de fútbol con fundamentos. No me gusta que el periodista diga ‘a mí me parece o yo lo veo de esta manera’. Tiene que decir: ‘por esto, por esto y por esto’.
-¿Es Russo el DT indicado para este momento de Boca?
-Tiene experiencia y para estar en un club con la exigencia de Boca eso es muy necesario. Es un técnico muy trabajador, esperemos que le vaya bien.
-En Boca le hicieron un homenaje. ¿Espera que la hagan algo similar en el Lobo?
-No, no me interesa para nada. Para mí es más importante esto porque lo mejor es compartir con los amigos. Es todo mérito de Oscar Casares, que se comunicó con mi hermano y lo hizo. Los abrazos que me llevo es lo más importante.
-Además, al Víctor se lo vio muy bien y pasó un momento muy agradable.
-Sí, lo pasamos muy bien. Nos reímos mucho porque yo le decía al oído: ‘¿te acordás cuando te enseñé a pisarla y tirar caños’.
Surgido en el Lobo mendocino, el popular “Conejo” - autor del primer gol de la Selección en la era Menotti - fue homenajeado por el doctor Casares.
Perfil de un ganador
Roberto Domingo Rogel nació el 20 de julio de 1944 en Villa Jovita y se crió a la par de sus dos hermanos menores: Elio César y Raúl Omar, que también jugaban al fútbol en aquellas canchitas de tierra rodeadas de yuyos en la casa paterna de la calle Gorriti al 1400 de Villa del Parque, Godoy Cruz. Debutó en Gimnasia y Esgrima a comienzo de la década del 60 en un partido contra Fray Luis Beltrán en la cancha de Palmira. Recio y expeditivo, de grandes condiciones físicas y técnicas, a menudo abusaba del juego fuerte. De gran personalidad, fue implacable en la marca, muy buen cabeceador, que ganaba en las dos áreas. Tomó proyección en el Lobo platense y en Boca, donde se mantuvo largo tiempo como titular y fue campeón de los Nacionales 1969 y 1970 y de la Copa Argentina '69. Hizo una recordada dupla con el peruano Julio Melendez. En el final de su carrera en Primera pasó a Rosario Central (1976), sin jugar asiduamente. En el exterior actuó en Tigres UANL(1975-76) y Deportivo Cali (1976-77), Actuó en la Selección Argentina -10 partidos, 1 gol, entre 1967 y 1974- y fue el autor del primer gol en la era Menotti, ante España en la cancha de River, el 12 de octubre de 1974. Su campaña como técnico incluye Vélez (3° en el Clausura '90), Lanús, Chacarita, Deportivo Italiano, Quilmes, San Lorenzo, Atlético Rafaela, Atlanta y Deportivo Español
