La familia de los deportes sobre patines tiene un hermano menor, una disciplina que nació en Asia y que va ganando adeptos rápidamente; contando en la actualidad con federaciones nacionales en cuatro de los cinco continentes. En Mendoza, esta mezcla de balonmano y básquet sobre patines fue presentada oficialmente anoche en un partido disputado en el Parque de la Estación Benegas, en Godoy Cruz.
Sobre la cancha, de dimensiones similares a las del hockey sobre patines (40 metros de largo por 20 de ancho), se confrontan dos equipos de seis jugadores cada uno; cinco de campo y un arquero. La “pelota rodada” ejecuta una dinámica similar a la del balonmano, pero con arcos que bien podrían ser de fútbol de salón. El objetivo es convertir un gol, ejecutando los remates al borde de un área semicircular.
En 2005, en Pune, en la India, se celebró el primer cotejo de esta disciplina que ya celebró tres campeonatos mundiales. En el “roll ball” los jugadores se mueven hacia el arco rival mientras driblean o se pasan una pelota -como la del baloncesto-, persiguiendo el objetivo de arrojarla buscando el fondo de la red. El equipo que puede anotar más goles es el que gana.
En cada partido, de acuerdo al reglamento de la Federación internacional que rige este novedoso deporte, dos árbitros son los que imparten justicia.
La pelota (de 58 cm de circunferencia) se puede sostener con una o ambas manos, incluso durante el pase y el tiro. La interacción del jugador es similar al básquet en el sentido de que un jugador debe picar la pelota mientras la lleva. Es una violación correr o rodar con la pelota sin botarla o patearla o bloquear deliberadamente la pelota con cualquier parte de la pierna.
Entrar accidentalmente en contacto o tocar la pelota con el pie o la pierna no es una violación. Los jugadores tampoco pueden golpear la pelota con el puño. Las reglas incorrectas son similares a las del fútbol, incluido el uso de las tarjetas amarillas y rojas. Este juego fue inventado por Raju Dabhade de la ciudad de Pune, mientras era profesor de deportes en la escuela de educación media Shikshan Mandir. En el presente, Raju Dabhade es el secretario de la Federación Internacional de Roll Ball.
La primera Copa Mundial de Roll Ball 2011 se celebró en el Complejo Deportivo de Pune, en el estado de Maharashtra en India. El torneo se celebró en el mes de abril de 2011 y Dinamarca se consagró como el mejor equipo del mundo. dos años después, el torneo ecuménico se celebró en Nairobi, Kenia, y la India alzó por primera vez la corona. titulo que repetiría en 2015, en Maharashtra, cuando se impuso en la final a Irán (6 a 4). Esta actividad sobre ruedas se practica en África, Asia, Europa y América del Norte. Argentina ya intervino en un mundial y a nivel sudamericano la potencia es Guyana.
Y Mendoza se suma a los piques
El mendocino Juan Pablo Ruarte, jugador también de hockey en línea, es uno de los principales impulsores de esta disciplina que conoció en un viaje comercial. Al tiempo, motivado por la curiosidad fue parte del seleccionado nacional que disputó el mundial de 2015 y finalizó en el quinto puesto, entre 32 países. “No sabíamos mucho del deporte, pero lo más importante que teníamos era nuestro manejo de los patines”, sostiene Ruarte a modo de anécdota.
“En Latvia un grupo de jugadores comenzó a practicar esta disciplina, y nos brindaron información. Ellos ya habían competido en un Mundial y querían desarrollar el deporte en su país. Allí empezó todo, en Mendoza somos 30 los jugadores y estamos intentando formar una pequeña liga para difundir la actividad, aún no tenemos un lugar fijo para practicarlo, ya que es algo muy novedoso, pero hacemos convocatorias en diferentes lugares como forma de promoción”, destacó el jugador de Flames.
“Hoy la India cuenta con 90 mil jugadores de roll ball activos, nucleados por la Federación International de Roll ball, la máxima entidad de este deporte a nivel mundial. ¿Por qué lo hacemos?, porque es un juego divertido, que tiene muchos elementos en común con deportes que hemos practicado o aprendidos en la escuela como el balonmano y básquet, pero por sobre todo porque somos apasionados del patinaje”, finaliza Juan Pablo Ruarte integrante de la Selección nacional que compitió en Dhaka.
