Apenas 27 partidos le bastaron a Federico Gastón Castro para meterse definitivamente en el corazón del hincha azul. Y si hay que arriesgar, este cronista diría que fueron muchos menos. Si su bautismo de fuego fue con gol a Gimnasia y Esgrima en aquel clásico disputado en el estadio Malvinas Argentinas que formó parte del Torneo Vendimia 2019.
Desde entonces, este delantero de 26 años que ayer avisó que "está permitido soñar, pero con los pies en la tierra", asombra por su potencia.
Llegado desde Defensore de Belgrano de Villa Ramallo (que en 2018 perdió la final por el ascenso a la B Nacional con el Lobo del Parque), rápidamente se adaptó al mundo azul y se convirtió en parte fundamental de la columna vertebral del equipo de Gabriel Gómez.
A pura gambeta, lanzado en carrera, dificilmente pueda ser controlado por la defensa rival. Por eso se convirtió en el principal argumento ofensivo de este equipo que ya piensa en las semifinales del torneo. De los siete goles convertidos, tres se los marcó a Nueva Chicago. Y ayer volvió a cumplir con la red.
“Tenemos muy en claro a que jugamos; en estas instancias hay que estar preparados para defender y salir rápido de contragolpe. Por fortuna hoy (por ayer) nos salió como lo habíamos previsto”, cuenta el goleador en el amanecer de la charla.
Y sigue: “Tenemos que estar enfocados; fue un error que nos convirtieran tan temprano porque sabíamos que en los primeros minutos nos iban a atacar con todo y eso es algo que tenemos que corregir”.
-¿Cuál es la diferencia entre este equipo y el que terminó el torneo?
-Que los de arriba estamos convirtiendo. Mauri, Mati y yo venimos marcando y eso es fundamental.
-Hoy volviste a repetir...
-En un momento pensé que Pablo iba a enganchar y patear, pero por suerte me vio llegar por el medio y pude convertir para marcar el empate.
A la hora de analizar los principales argumentos por los que Independiente Rivadavia está en la semifinal del Reducido, dijo: “Creo que tanto en lo grupal como en lo individual estamos en un gran momento; obviamente que a veces uno está mejor o peor, pero sin dudas que es el mejor momento colectivo en el torneo”.
Y se fue, con una sonrisa de oreja a oreja, saboreando el momento que vive el equipo e imaginando la locura del pueblo leproso, abrazado esta ilusión como nunca.
Ahora se viene Sarmiento, el próximo sábado, en horario a confirmar. Mientras, el goleador leprosos prepara su próxima función.