El origen del fernet se remonta al siglo XIX. Se presume que nació en Lombardía, Italia, como una bebida digestiva, pero desde hace añares que, combinado con bebidas cola, es uno de los aperitivos más populares de nuestro país, al punto de que podemos situar a su capital mundial en la provincia de Córdoba.
Allí, en el Valle de Traslasierra, se consigue en versiones artesanales de calidad premium. El que elabora Guillermo Beney ha recibido premios internacionales y es el primero hecho a partir de una receta argentina y con ingredientes locales.
La diferencia con los fernets industriales o importados son organolépticas y también conceptuales.
¿Probaste el Fermelo Beney? Preparalo mixeando fernet con gaseosa de pomelo, naranja deshidratada y mucho hielo.
“Pensamos en materias primas argentinas, contraponiéndonos al concepto de que todo lo importado es superior. Y no nos basamos en recetas heredadas de algún familiar europeo. Trabajamos con la naturaleza, adaptándonos a sus cambios; las hierbas, como las uvas, son distintas cada año”, explica Guillermo, quien ha creado una fórmula única, tan perfecta como secreta, que combina más de cuarenta ingredientes.
Además del popular fernet, Beney fabrica más de treinta productos originales elaborados con materias primas que, por novedosas, muchas veces debieron ser incorporadas al Código Alimentario Argentino. El Licor de 50 hierbas, Quemadillo, León de las Sierras y Espíritus del Monte, en sus múltiples versiones, son otros productos estrella de la empresa. Más info en @fernet.beney
El fernet también es un gran ingrediente para un chivito al disco y para saltear mollejas. Y hay más: ya se consiguen cervezas y quesos saborizados, y el sorprendente Alferneé, un alfajor relleno de dulce de leche y fernet.
* Yani Bouche es la especialista en tendencias gourmet de revista Rumbos. Contenido exclusivo para Rumbos.