Aunque ya la hayas visitado, siempre vale la pena pasar un poco más de tiempo en la capital salteña. Si tenés solo un día para disfrutar la ciudad, te propongo empezar con un recorrido a pie por el casco histórico, desde la popular calle Caseros hasta la pintoresca iglesia San Francisco, continuando luego hacia la Plaza 9 de Julio, donde están el Cabildo, la Catedral y el museo MAAM.
Después podés hacer una parada de almuerzo antes de seguir al Museo Güemes. Durante la tarde, subí en teleférico al cerro San Bernardo para disfrutar de las vistas tomando un café en el bar de la cima. Terminá a la noche en la peña típica La Casona del Molino.
Más allá de su capital, la provincia de Salta tiene muchísimos otros lugares por descubrir, desde termas hasta una ruta del vino. En esta nota te mostramos tres recorridos muy lindos y variados.
Un tren para llegar al cielo
El famoso “Tren a las Nubes” es ya una tradición salteña y un ícono nacional. Este proyecto, ideado a finales del siglo XIX, comenzó su construcción en 1920, de la mano del Ingeniero Richard Fontain Maury, y realizó su primer viaje turístico en 1972. Su particular encanto reside no solo en el hecho de quedar suspendido “entre las nubes” (alcanza los 4200 msnm), sino que también es un paseo ideal para conocer las bellezas de la puna salteña. La excursión incluye un recorrido que permite descubrir puntos panorámicos, como la Quebrada del Toro, y comunidades originarias, como la del pueblo El Alfarcito.
Más información: www.trenalasnubes.com.ar
Termas para unos días a puro relax
Ubicada a 174 kilómetros de la capital salteña, la ciudad de Rosario de la Frontera es el centro termal por excelencia en la provincia gracias a la calidad y el poder curativo de sus aguas termales, originadas en una profunda grieta geológica que también permite afluencia en otras termas, como las de Río Hondo en Santiago del Estero. Además de poder disfrutar de siete tipos distintos de baños termales, la cercanía de la ciudad con la naturaleza invita a realizar otras actividades como observación de aves, pesca y trekking. Si buscamos hospedaje, el hotel Termas es uno de los más famosos: funciona en un hermoso edificio de 1880 y ofrece una completa gama de actividades para sus huéspedes, incluido el golf.
Por la ruta del vino salteño
Extendidos sobre1800 hectáreas de los Valles Calchaquíes, los viñedos salteños atraviesan localidades como Cafayate, San Carlos, Molinos y Angastaco, donde los visitantes pueden probar las mejores etiquetas locales. A través de un recorrido por las Rutas 68 y 40, las distintas bodegas invitan a conocer sus instalaciones y degustar sus vinos junto a lo más destacado de la comida salteña.
Una particularidad de los Valles Calchaquíes es que los mismos cuentan con terruños muy especiales que, gracias a sus excelentes condiciones de altura, suelo y amplitud térmica, aportan atributos típicos y diferenciales.
Extendidos sobre 1800 hectáreas de los Valles Calchaquíes, los viñedos salteños atraviesan localidades como Cafayate, Molinos y Angastaco, donde los visitantes pueden probar las mejores etiquetas locales.
Si bien la cepa estrella del lugar es la torrontés –de sabor dulce, profundo y frutado– también se pueden probar allí exquisitos tannat, cabernet sauvignon o malbec. La localidad más famosa de esta ruta del vino salteño es Cafayate, reconocida por la calidad de sus uvas, que aprovechan la altura para hacerse más fuertes y sabrosas (la ciudad se encuentra a 1.700 msnm). Sin embargo, son muchas las localidades que tienen muy buenas bodegas. Ideal para tomarse el tiempo de recorrerlas y conocer cada uno de sus recovecos.
Ninguna visita a Salta está completa si no se disfruta de su gastronomía típica, que se distingue por la calidad y el sabor de sus productos regionales. Las empanadas son su emblema, y en cada lugar vas a encontrar una versión diferente. Otros manjares son las humitas, los tamales, el locro y el guaschalocro (una especie de locro más liviano).
* Redactora de revista Rumbos. Contenido exclusivo para Rumbos.