Escribo esta columna con melancolía: hace unos días falleció mi madre, quien tanto me apoyó, junto con mi padre, para que fuera jardinero. Papá me enseñó las técnicas de poda y plantado, y cómo lograr ricos rabanitos y zanahorias o efectivos acodos en su fantástico limonero. Mamá me explicó que no todos los rosales tienen aroma y que cada estación del año expresa sus perfumes en el jardín.
También me enseñó que a las hortensias hay que podarlas para que florezcan en abundancia y que dividir las clivias cada tres años estimula su floración.
Tengo 58 años, hace nueve que escribo esta columna y hoy deseo transmitir a mis lectores un consejo especial: compartan con sus hijos y nietos el amor por la jardinería –oficio noble que nos regala vida– y devuelvan a la naturaleza algo de lo que ella nos dio.
Recibirán la satisfacción de estimular el crecimiento de un ser vivo tan solo con agua, tierra y algunos cuidados. Gracias a vos, mamá, hoy estoy depositando los aromas de tu jardín en la mente de mis lectores, y al hacerlo espero que ellos depositen en la mente de su descendencia el amor por el jardín.
+ TIPS REGIONES
- Norte + Papas Vs. hongos: Esta es una época de hongos en las plantas de hoja de nuestra huerta. Para prevenirlos, cada vez que hiervas papas (sin sal) aprovechá ese agua que te queda, dejala enfriar y rociá con ella luego las plantas sensibles y también las hojas de rosales, que son susceptibles a las fungosis.
- Centro + Secretos del césped: Si cortás el césped alto, lograrás que disminuya su consumo de agua y la velocidad de crecimiento. Después de cortar, barré muy bien el jardín para que no queden residuos de pasto, que podrían fomentar el crecimiento de hongos entre sus pequeñas raíces.
- Patagonia + Floración de Navidad: Quitando las flores viejas de las florales de primavera (corales, copetes y portulacas), incentivarás una nueva floración antes de Navidad. Así tendrás el jardín bien florido para el festejo de las fiestas.
CONSULTAS DE LECTORES
Ana María consulta por una hiedra perenne de hoja grande que tiene cubriendo una pared. Siempre recibió los fuertes soles del verano, la regaba poco y estaba espléndida, pero hace dos meses empezó a secarse en forma pareja hasta que se secó del todo. Ahora barrió todas las hojas secas y notó que han quedado pegados a la pared algunos troncos muy gruesos. Consulta por qué puede haber muerto y qué especie es la más adecuada para cubrir esa pared.
Grimoldi: Ana María, si esta hiedra creció tanto, no creo que le haya faltado agua. Tampoco creo que se trate de enfermedades, porque se manifiestan de otra forma. Te sugiero verificar que la base del tronco principal (en el límite con el suelo) no esté golpeada por la tanza de una bordeadora o cortada sin querer por el filo de una pala. Lamento no saber de qué provincia sos, para sugerirte la planta ideal para tu muro.
Gustavo, de Godoy Cruz, Mendoza, tiene un limonero de 4 estaciones. Siempre ha dado unos hermosos limones. Pero este año los frutos fueron pequeños y el follaje luce marchito. Está plantado en un pequeño jardín con riego por aspersión.
Grimoldi: Gustavo, cortá de inmediato el riego en esta planta, que por lo que veo en la foto, tiene síntomas de exceso de agua. Esto lleva a que las raíces se pudran y dejen de alimentar al limonero, generando signos de marchitamiento. A los citrus hay que regarlos solo cuando el suelo está secándose. Espero que mi consejo no llegue muy tarde.
Silvia, de Córdoba, tiene una hermosa planta de exterior que adora. Intentó ponerla dentro de la casa, y aunque cuenta con muy buena luz, sus hojas se cierran y lucen como si fueran un caño.
Grimoldi: Silvia, cuando la hoja de una planta se enrosca como un cigarro es síntoma de ambiente extremadamente seco, algo que ocurre en interiores con estufas o aires acondicionados. Mejorá la humedad del ambiente rociándola semanalmente y aumentá el riego de la tierra.
Francisco Millicay, de Quisquisacate, Córdoba, envía fotos de dos lapachos, uno que luce enfermo y otro sano. Ambos tienen la misma edad, solo que al árbol enfermo, cuando era pequeño, lo dañaron sin querer con la tanza de la bordeadora.
Grimoldi: Francisco, en tu pregunta está la respuesta. Se nota en la foto que aquellos golpes de la bordeadora, años atrás, han llevado a que la planta se alimente con la mitad de la savia que debiera pasar; por eso este lapacho es más débil y vulnerable a las plagas. Si no usás más la bordeadora, con el tiempo el tejido se recompondrá y el árbol sanará solo al recibir su ración entera de savia. Mientras tanto, quitá las cochinillas adheridas al tallo con la presión de agua de una manguera o una hidrolavadora.
* Especialista en Jardinería de revista Rumbos. Contenido exclusivo de Rumbos.