La psoriasis tiene una asociación importante con el síndrome metabólico (obesidad, alteraciones en el colesterol, hipertensión, insulinorresistencia), lo que predispone a serios eventos cardiovasculares.
Las lesiones más habituales son enrojecimiento y escamas, que aparecen en diversos sectores de la piel y con distinta extensión. Otro lugar son las uñas: engrosadas, manchadas o con hoyuelos. También puede comprometer las articulaciones y producir dolor e inflamación, pudiendo lesionarlas de manera permanente y producir discapacidad.
El paciente con psoriasis tiene un deterioro en su calidad de vida por el impacto psicológico, social y laboral que le genera su condición dermatológica.
Sobre una predisposición genética, actúan desencadenantes como: estrés, desequilibrios emocionales, infecciones, medicamentos, traumatismos en la piel (rascado, heridas, tatuajes, piercing, etc.). El alcohol, el tabaco y la obesidad empeoran el curso de la enfermedad.
Beneficios de la consulta a tiempo y el tratamiento correcto
- Mejora la calidad de vida
- Controla la expresión de las lesiones y síntomas
- Evita la progresión de la enfermedad
- Permite diagnosticar precozmente compromiso articular
Existen distintos tratamientos y cada paciente debe ser tratado en forma individual, guiado por un equipo multidisciplinario.