El paracetamol, un fármaco reconocido por su eficacia y seguridad en el alivio del dolor y la fiebre, es un recurso terapéutico comúnmente utilizado en diversos formatos y dosis. Sin embargo, es esencial comprender su correcta administración y posibles riesgos asociados.
Según Alicia de Toro, farmacéutica del Centro de Información del Medicamento del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza, el paracetamol es “utilizado para aliviar el dolor debido a su actividad analgésica y reducir la fiebre gracias a su actividad antipirética”.
Sin embargo, Juan Gabriel García Ballesteros, miembro de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria en Andalucía, aclara que carece de acción antiinflamatoria.
La dosificación adecuada y el uso prudente son aspectos fundamentales en el manejo de este medicamento. “Se debe administrar la dosis mínima eficaz y durante el menor tiempo posible”, indica De Toro. Para adultos, la dosis oral habitual varía entre 500-1000 mg cada 6-8 horas, mientras que en niños se ajusta según su peso o edad.
El paracetamol, aunque considerado uno de los fármacos más seguros, puede conllevar riesgos en determinadas circunstancias.
“Su uso prolongado en dosis altas puede causar daño hepático”, advierte García Ballesteros. Además, su combinación con alcohol o la administración en pacientes con ciertas condiciones médicas requiere precaución debido al riesgo de complicaciones hepáticas y renales.
Qué pasa si se toma paracetamol en el embarazo
En el contexto del embarazo, se considera seguro siempre que se emplee a corto plazo y en dosis adecuadas. Sin embargo, estudios han asociado su uso prolongado con el desarrollo de trastornos en el niño. Durante la lactancia, su consumo se considera seguro según médicos especialistas.
La diferencia entre el paracetamol y el ibuprofeno radica en su mecanismo de acción y efectos secundarios.
Mientras el paracetamol no posee acción antiinflamatoria, el ibuprofeno sí, pero puede provocar trastornos gastrointestinales. De acuerdo con De Toro, el paracetamol es menos gastrolesivo y no afecta la coagulación ni la agregación plaquetaria.
La combinación de paracetamol con otros fármacos, como la codeína o el tramadol, puede potenciar su efecto analgésico. Esta asociación permite combatir dolores intensos con mayor eficacia y es valorada por los profesionales de la salud en casos específicos.