Según estadísticas del Instituto Nacional del Cáncer se diagnostican más de 22 mil nuevos casos de cáncer de mama anualmente, que representan el 32,1% del total de incidencia en cáncer en el país. Sin embargo, en más del 90% de los casos el cáncer de mama puede ser curado si se detecta a tiempo.
Que el porcentaje de curación sea tan alto, pero que igualmente el cáncer de mama sea la primera causa de muerte oncológica de mujeres en Argentina (más de 6100 anualmente), nos dice algo: no se está llegando a tiempo. Una de las barreras a la salud mamaria, es la falta de conocimiento, por lo cual resulta sumamente importante fomentar la concientización y derribar los mitos existentes alrededor de la enfermedad.
Según la Encuesta Regional de Opinión Pública sobre el Cáncer de Mama (Fundación Avon, 2021), el 99% de las encuestadas afirma que el Cáncer de Mama es siempre sintomático, cuando en realidad la enfermedad es mayoritariamente asintomática en sus estadios iniciales y no presenta signos externos identificables a la vista o al tacto.
Esto también explica cómo la auto exploración (llamada comúnmente autoexamen), es muchas veces considerada erróneamente por las personas como una forma de detección temprana: según la encuesta de Fundación Avon más de la mitad de las mujeres (51%) la considera la práctica más eficiente. Si bien es un método muy importante para conocer nuestras mamas y detectar cuando hay cambios para poder realizar una consulta médica, no debe confundirse ni ser un factor para postergar los controles anuales gineco mamarios.
Aunque sólo 3 de cada 10 mujeres de la región la reconocen como tal, la mamografía es el método de detección temprana más efectivo porque puede detectar la enfermedad en su fase temprana, cuando todavía no presenta síntomas. Así, permite recurrir a mejores posibilidades de cura, con tratamientos menos agresivos que los que se realizan cuando el cáncer está más avanzado, según la Guía para entender el Cáncer de Mama del Instituto Nacional del Cáncer y el Ministerio de Salud de La Nación.
Otra de las creencias más comunes es que existen más posibilidades de contraer la enfermedad si nuestras madres, padres o abuelos la padecieron. Aunque es cierto que si una persona tiene antecedentes familiares debería comenzar a realizarse los controles anuales a partir de los 30 años, el cáncer de mama hereditario representa sólo alrededor del 5 y 10% de todos los casos, de hecho, 1 de cada 8 mujeres pueden contraer la enfermedad.
Estos datos sólo nos demuestran una vez más la importancia de realizarse chequeos anuales correspondientes, aunque la encuesta de Fundación Avon indica que sólo 46% de las consultadas se realizaban la mamografía con periodicidad anual.
En línea con su objetivo de continuar generando información y conversaciones que fortalezcan el acceso a la salud mamaria, Fundación Avon presentó “Estar para Ellas” su nueva campaña por el Día Internacional de Concientización sobre el Cáncer de Mama. El objetivo de la iniciativa es reforzar la salud mamaria como derecho y responsabilidad de todas las personas.
Las mamas están presentes en nuestra vida de distintas maneras y nuestra relación con ellas puede ser muy diversa. Pero hay algo que no cambia y nos une a todas las personas por igual: la responsabilidad de cuidar nuestra salud mamaria toda la vida, y el derecho a hacerlo mediante el acceso a información de calidad, a los controles médicos correspondientes y a una mamografía anual a partir de los 40 años.
“Estar para ellas” es un llamado de atención a toda la sociedad para hacer de la salud mamaria una prioridad; donde es importante que las personas se apoyen, se acompañen y se recuerden mutuamente la importancia de realizarse las mamografías, ayudando a la persona a hacerse el tiempo para eso. También, esta campaña nos reúne en un compromiso colectivo de reconocer las barreras sociales estructurales que impiden acceder a este ejercicio pleno de los derechos y avanzar para derribarlas.