Hoy se celebra el Día Mundial de la Nutrición. La finalidad de esta celebración es mejorar los actuales hábitos alimentarios de la población mundial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la nutrición es la ingesta de alimentos en relación con las necesidades del organismo, y una correcta nutrición es un factor fundamental para la buena salud.
Lograr una alimentación saludable es uno de los grandes objetivos en las sociedades actuales, caracterizadas por un aumento creciente en la prevalencia de enfermedades relacionados con la nutrición, como el sobrepeso, la obesidad, la anemia, la diabetes, la hipertensión y la enfermedad renal crónica, entre otras. Por eso, la Sociedad Argentina de Nefrología, a través de su Grupo de Trabajo de Nutrición, llama a la comunidad a tomar conciencia sobre el rol de la nutrición y los alimentos en la salud o enfermedad de nuestros riñones.
Alimentación y salud renal: una relación muy estrecha.
En la actualidad, la evidencia indica que una dieta balanceada y saludable es suficiente para mantener un adecuado estado de salud en la mayoría de las etapas de la enfermedad renal. ¿Qué sería una “dieta balanceada”?. Aquella que incluya todos los grupos de alimentos, preparaciones elaboradas preferentemente de forma casera y se acompañe de un bajo consumo de alimentos ultraprocesados, sodio, y azúcares simples.
Es cierto que en estadios avanzados pueden acumularse algunas sustancias en la sangre y será necesario modificar la alimentación, pero en ese caso desde la Nutrición se trabaja sobre la selección, cantidades y frecuencia de consumo de ciertos alimentos. Y este último punto es muy importante: hay alimentos que si son consumidos con baja frecuencia, difícilmente tengan un impacto negativo en la salud.
Por otra parte, la alimentación está muy relacionada con los riesgos de padecer diabetes, condición que incide fuertemente en la salud de los riñones.
Recomendaciones nutricionales para una buena salud renal
El Grupo de Trabajo de Nutrición de la Sociedad Argentina de Nefrología -integrado por especialistas en nefrología y en nutrición- trabaja realizando actividades de prevención primaria, dirigida a la población en general. Para prevenir o para reducir las probabilidades de tener enfermedad renal existen varias pautas nutricionales que desde la SAN se recomienda a la población para preservar su salud renal. Las pautas más importantes son:
- Varidad: incorporar a diario alimentos de todos los grupos, con el fin de obtener todos los nutrientes necesarios, evitando la monotonía.
- Adecuada hidratación: elegir agua segura (mineral o natural) para la hidratación necesaria y acorde con las actividades y el clima, independientemente del resto de las bebidas que se ingiera.
Hay que tener en cuenta que muchas veces las bebidas muy azucaradas pueden provocar más sed. A su vez, un consumo excesivo de éstas se asocia con un riesgo elevado de obesidad y diabetes, ambos factores de riesgo para la enfermedad renal.
- Disminuir el consumo de sodio: reemplazar el uso de sal de mesa por condimentos aromáticos y disminuir el consumo de alimentos ultraprocesados.
- Aumentar el consumo de frutas y verduras de todo tipo y color: consumir al menos medio plato de verduras en almuerzo y cena y 2 a 3 frutas por día. Siempre hay que asegurarse, principalmente si se van a consumir crudas, de que estén bien lavadas y sanitizadas con lavandina apta para alimentos (para esto va a ser importante leer el rótulo y preparar la solución sanitizante según las instrucciones del fabricante).
- Disminuit el consumo de alimentos y bebidas ultraprocesados: este tipo de alimentos tienen un alto contenido en azúcar añadido, sal, grasas saturadas, grasas trans y aditivos, y tienen poco valor nutricional. Preferir alimentos naturales y preparaciones caseras.
Otros hábitos del estilo de vida (como la actividad física moderada, o no fumar) tendrán un impacto positivo en nuestra salud y son grandes aliados de una alimentación saludable.