Como se advierte en el informe, esta cifra equivale a una de cada cinco defunciones por enfermedades cardíacas. Los autores aconsejan a todos los consumidores de tabaco que abandonen el hábito y eviten así sufrir un infarto de miocardio, y hacen hincapié en que los fumadores corren más riesgo de presentar episodios cardiovasculares agudos a una edad temprana que los no fumadores.
Incluso fumar pocos cigarrillos al día, fumar ocasionalmente o estar expuesto al humo de tabaco ambiental aumentan el riesgo de sufrir cardiopatías. No obstante, se sabe también que actuar de inmediato para dejar de fumar por completo reduce en un 50% este riesgo al cabo de un año.
El Dr. Eduardo Bianco, presidente del grupo de expertos en tabaco de la Federación Mundial del Corazón, opina que “teniendo en cuenta las pruebas acumuladas sobre el consumo de tabaco y la salud cardiovascular, así como sobre los beneficios para la salud de abandonar este hábito, podría considerarse que no ofrecer servicios de abandono del tabaquismo a los pacientes con cardiopatías constituye un acto de negligencia o de imprudencia clínica. Las sociedades de cardiología deberían formar a sus miembros en deshabituación tabáquica y fomentar (o incluso dirigir) las medidas de promoción de la lucha contra el tabaco”.
El resumen explica también que alrededor de 200.000 defunciones al año por cardiopatías coronarias se pueden atribuir a los productos de tabaco sin humo, y que los cigarrillos electrónicos dan lugar a una elevación de la tensión arterial que aumenta el riesgo de sufrir cardiovasculopatías.
Además, la hipertensión arterial y las cardiopatías incrementan el riesgo de que la COVID-19 cause síntomas graves. De acuerdo con un estudio realizado recientemente por la OMS, el 67% de las personas que fallecen por esta enfermedad en Italia tienen la tensión arterial elevada y, en España, el 43% de las personas que presentan COVID-19 padecen cardiopatías.
Por su parte, el Dr. Vinayak Prasad, Jefe de la Unidad de Control del Tabaco de la OMS, señala: “Los gobiernos tienen la responsabilidad de proteger la salud de sus ciudadanos y de ayudar a revertir la epidemia de tabaquismo. Al eliminar el humo de tabaco de nuestras comunidades, reducimos el número de hospitalizaciones causadas por este producto, algo especialmente importante en el contexto de la actual pandemia”.
El control del tabaco es fundamental para reducir las cardiopatías. Los gobiernos pueden ayudar a que usuarios abandonen el tabaquismo aumentando la fiscalización de los productos de tabaco, prohibiendo que se publiciten y ofreciendo servicios de deshabituación.
Fuente: OMS