La Sociedad Argentina de Nefrología -la sociedad científica argentina por excelencia de esta especialidad, a través de su Grupo de Trabajo de Hipertensión Arterial y Daño Vascular- este 17 de mayo llama a la sociedad a tomar conciencia sobre la importancia de la hipertensión arterial, ya que existe un vínculo estrecho entre la misma y la enfermedad renal crónica. La hipertensión arterial es una enfermedad crónica que afecta a más del 25-30% de la población a nivel mundial. Entre las personas afectadas, un número importante no están tratadas y de aquellas que reciben tratamiento más del 50% no tienen las cifras de tensión controladas. La hipertensión arterial es la segunda causa de enfermedad renal crónica a nivel global.
La presión arterial es la fuerza de la sangre que empuja contra las paredes de los vasos sanguíneos mientras el corazón bombea sangre. La hipertensión arterial es el término médico para la presión arterial alta: un aumento en la cantidad de fuerza que la sangre ejerce sobre los vasos sanguíneos a medida que se mueve por el cuerpo.
Los resultados de la prueba de presión arterial se escriben con dos números separados por una barra inclinada. El primer número se llama presión arterial máxima o sistólica y mide la presión arterial cuando el corazón late; el segundo número es la presión arterial mínima o diastólica y mide la presión en los vasos sanguíneos cuando el corazón descansa entre latidos.
Para la mayoría de las personas, una presión arterial de 120/80 se considera normal, mientras que cualquier valor superior a 140/90 se considera anormal (hipertensión). No todos los casos son iguales, por eso lo mejor es consultar a su médico.
Vínculo entre la hipertensión y la enfermedad renal
La hipertensión puede causar enfermedad renal y junto a la diabetes son las dos causas más importantes de insuficiencia renal en muchos países.
La presión arterial alta puede dañar los vasos sanguíneos en los riñones, reduciendo su capacidad para funcionar correctamente. Si los vasos sanguíneos en los riñones están dañados, pueden dejar de eliminar los desechos y el exceso de líquido del cuerpo. Tener líquido extra en los vasos sanguíneos puede aumentar la presión arterial aún más, creando un ciclo peligroso.
Pero la enfermedad renal también puede causar presión arterial alta, y cuando esto sucede, esta presión alta hace que los riñones se deterioren más rápidamente.
Aproximadamente nueve de cada diez personas con ERC etapas 3-5 tienen presión arterial alta. La hipertensión se considera una de las principales causas de Enfermedad Renal Crónica.
¿Cuáles son los síntomas de la presión arterial alta y la enfermedad renal?
La hipertensión no tiene síntomas iniciales, pero puede conducir a enfermedades y complicaciones a largo plazo, incluido el daño al corazón, los ojos y los riñones. El daño puede ocurrir gradualmente durante muchos años sin que se sienta. En algunos casos de hipertensión los pacientes pueden experimentar dolores de cabeza. La enfermedad renal tampoco tiene síntomas en las primeras etapas.
La presión arterial alta se diagnostica mediante una serie de pruebas de presión arterial, medidas con un manguito de presión arterial.
La enfermedad renal se diagnostica con tres estudios simples como el dosaje de la creatinina en sangre, un examen de orina y una ecografía renal.
¿Se puede prevenir o ralentizar la hipertensión y la enfermedad renal?
Tomar medidas para reducir la presión arterial ayudará a retrasar o prevenir la enfermedad renal. La presión arterial se puede controlar con medicamentos y con un simple cambio de estilo de vida, por ejemplo:
- Llevar una alimentación saludable, es decir, cumplir una dieta que sea baja en grasas y colesterol, que contenga leche y productos lácteos sin grasa o bajos en grasa; con ingesta de pescado, aves y nueces.
- Reducir el consumo de carnes rojas, dulces, azúcares agregados y bebidas azucaradas.
- Incorporar nutrientes, proteínas y fibra.
- Realizar actividad física.
- Mantener un peso saludable.
- Dejar de fumar.
- Manejar el estrés.
Controlar la presión arterial ayuda a proteger los riñones de daños mayores. Esta es la razón por la cual es tan importante que las personas con presión arterial alta se hagan estudios para determinar si hubiera una afectación renal.
Para el control correcto de la la hipertensión, la SAN también aconseja:
- Asistir a las citas programadas con el médico.
- Consultar con su médico cómo puede aprender a tomarse la presión arterial en su casa. *Mantener un registro de la presión arterial diaria y compartirla con el profesional en cada visita o teleconsulta.
- Tomar los medicamentos para la presión arterial exactamente como las prescribió el médico, aún cuando se sienta bien.
- Informar al médico tratante (clínico, cardiólogo, nefrólogo, entre otros) sobre cualquier efecto colateral del medicamento. Nunca dejar de tomar un fármaco por cuenta propia.
- Informarse todo lo posible sobre el tratamiento prescripto. Llevar una lista de las preguntas a la consulta médica ayuda a no olvidarse de nada y no sentir temor de preguntar si hay dudas o algo no haya quedado claro.