Gracias a un diagnóstico precoz, se puede tratar a tiempo la Artritis Reumatoide

Esta enfermedad afecta a entre el 1 y el 1,5% de la población mundial. Qué es esta patología y cómo identificarla para poder obtener un tratamiento eficaz.

Gracias a un diagnóstico precoz, se puede tratar a tiempo la Artritis Reumatoide
Esta condición no tiene cura y empeora con el paso del tiempo, por eso es importante diagnosticarla de forma temprana para evitar su progresión. (Sanatorio Allende)

La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad inflamatoria sistémica, autoinmune y crónica que puede afectar múltiples partes del cuerpo. Esta condición provoca poliartritis periférica, simétrica y de causa desconocida que a lo largo del tiempo puede llevar a la deformidad de las articulaciones debido a la inflamación crónica y la degradación de tendones, ligamentos y estructuras articulares.

“En su mayoría, la AR afecta a las pequeñas articulaciones de manos y pies causando daños progresivos y deformidades. Si no se trata o no responde adecuadamente a la terapia, la enfermedad puede avanzar hacia la fibrosis y la pérdida de movilidad, generando una discapacidad progresiva en las actividades cotidianas”, explica la Dra. Valeria El Haj, Directora Médica Nacional de OSPEDYC, y agrega: “además, en casos graves, la inflamación descontrolada puede afectar otros órganos, incluyendo el corazón y los pulmones”

Lamentablemente, los efectos destructivos de la artritis reumatoide suelen manifestarse para el paciente después de al menos 5 años de evolución de la enfermedad. Sin embargo, el proceso se desarrolla lentamente desde el inicio, lo que brinda múltiples oportunidades para mejorar el pronóstico.

La Dra. Valeria El Haj señala que es fundamental prestar atención a los siguientes síntomas que pueden indicar la presencia de AR:

  • Dolor articular.
  • Fatiga.
  • Fiebre.
  • Inflamación articular.
  • Rigidez articular matutina (mayor por la mañana).
  • Dolor de cuello.
  • Hormigueo en las manos y los pies.
  • Depresión, debido al dolor y las restricciones causadas por la enfermedad.

Las posibles causas de la AR

Si bien la causa específica de la AR sigue siendo desconocida, existen factores de susceptibilidad y factores iniciadores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad. Los factores de susceptibilidad están relacionados a ciertas caracteristicas que hace que la AR se produzca más frecuentemente en personas que tienen ciertas características que le dan una mayor susceptibilidad, incluyen la edad, el sexo femenino y la genética.

Mientras que los factores iniciadores como: las infecciones, el hábito de fumar y el estrés emocional son factores que parecen aumentar las posibilidades de que una persona susceptible eventualmente contraiga la enfermedad.

La importancia del diagnóstico temprano para un tratamiento efectivo

El diagnóstico temprano es esencial para el tratamiento eficaz de la AR. Una vez diagnosticada, es fundamental consultar a un reumatólogo para evaluar el estado del paciente y seleccionar el mejor enfoque terapéutico disponible. Además, se debe considerar la salud mental, con consultas a psicólogos y psiquiatras, dado que la AR es una enfermedad psicosomática que puede llevar al desarrollo de la depresión con el tiempo.

Asimismo, los medicamentos desempeñan un papel fundamental en el tratamiento de la AR, con el objetivo de controlar los síntomas, prevenir el daño articular y mejorar la calidad de vida del paciente. “Es fundamental que exista una comunicación continua y efectiva entre médico y paciente para lograr estos objetivos”, detalla la profesional y concluye: “Es importante recordar la necesidad de una detección temprana, un enfoque integral del tratamiento y el apoyo a las personas afectadas por esta enfermedad para brindarles una mejor calidad de vida”.

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