Cada año, cientos de pacientes son diagnosticados de enfermedades que requieren tratamientos que contengan Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH). Estas células provienen de la médula ósea y son las encargadas de producir los componentes de la sangre. Muchos de éstos pacientes no cuentan con un donante compatible en su familia por lo que deben recurrir a un donante no emparentado. Por eso existen en el mundo los registros de donantes.
Según datos del Ministerio de Salud Nacional el 75% de los pacientes no tienen donante compatible en su familia. En Argentina, para ser donante de médula ósea solo es necesario donar sangre e inscribirse en el Registro Nacional de Donantes Voluntarios de CPH.
“A diferencia de otras prácticas médicas, la donación de médula ósea requiere de la participación y compromiso de la sociedad con el objeto de ayudar a quienes sufren diferentes enfermedades que pueden tratarse con estas donaciones”, explica la Dra. Valeria El Haj, Directora Médica Nacional de OSPEDYC.
¿Quién puede ser donante?
Actualmente, todas las personas entre 18 y 40 años que gocen de una buena salud, pesen más de 50 kilos y no tengan antecedentes de enfermedades cardíacas, hepáticas o infectocontagiosas. pueden estar inscriptos.
De la unidad de sangre donada, se toma una muestra de vital importancia para realizar el análisis del código genético (HLA). Asimismo, los datos obtenidos se ingresan a la base del registro nacional; quienes comparten la misma con una red internacional que agrupa a más de 28 millones de donantes de todo el mundo. Las CPH sólo se donarán si hay un paciente necesitado que sea 100% compatible con el código genético (HLA).
¿Quiénes son las personas que necesitan donación de médula ósea?
Pacientes con enfermedades como leucemia, anemia aplásica, linfoma, mieloma, errores metabólicos o déficit inmunológicos pueden ser tratados con un trasplante de médula ósea. En una primera etapa, para efectuar el trasplante de CPH al paciente se le destruyen las células enfermas mediante tratamientos que combinan quimioterapia y/o radioterapia, para luego infundir las células extraídas del donante. De esta forma, las células trasplantadas comenzarán a producir células sanguíneas propias en un plazo relativamente corto.
A través del Registro Nacional de Donantes Voluntarios cada voluntario podrá donar una vez por cada extracción. Las células donadas se regeneran rápidamente; al mes de la extracción, la persona ya estará en condiciones de donar nuevamente.
Para garantizar un sistema democrático a nivel nacional, el INCUCAI administra el Registro Nacional de Donantes de la República Argentina (ReNaDon) que contiene el listado todas de las personas que expresaron su voluntad de donación de órganos y tejidos en el país. También incluye a quienes se registraron como donantes de médula ósea en el Registro Nacional de Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH).
“La donación de médula ósea en nuestro país es voluntaria y altruista. Se rige por el principio de solidaridad de cada individuo y su requerimiento es muy simple, por lo que cualquier persona sana inscripta como donante de médula ósea está a disposición para ser donante”, finaliza El Haj.