La epidemia de dengue que enfrenta la Argentina es la más importante de los últimos años. En este marco, es muy importante insistir y seguir trabajando sobre las tareas de prevención, que deben continuar aún durante la temporada invernal.
Los especialistas remarcan que la mejor forma de pelear contra el dengue es eliminar todos los criaderos de mosquitos tanto dentro como fuera de la casa. Por otro lado, para evitar casos graves de dengue, la vacuna TAK-003 -denominada comercialmente “Qdenga” y que pertenece al laboratorio Takeda- ya está disponible en el país.
“La vacuna posee una eficacia en la prevención del 62% para cualquier tipo de dengue, de leve a grave, y asciende a más de 80% para los casos que requieren hospitalización”, señala la Dra. Cecilia Avancini (MN 102751), médica pediatra. Luego, explica que se trata de una vacuna recombinante, a virus vivo atenuado, tetravalente elaborada a partir del “esqueleto” del virus del dengue serotipo 2, y que genera anticuerpos para los cuatro tipos de dengue.
Consultada sobre la vacunación de los niños, la Dra. Avancini señala: “Qdenga se administra por vía subcutánea. Está indicada a partir de los 4 años y hasta los 60, con esquema de dos dosis, separadas por 3 meses”. Además, apunta que puede aplicarse en niños y adultos que hayan o no padecido una infección previa por cualquiera de los serotipos del virus dengue; y que es fundamental completar el esquema de 2 dosis para lograr una adecuada inmunización.
Según remarca, las contraindicaciones en pediatría son:
- Hipersensibilidad a los principios activos o a alguno de los excipientes incluidos en la vacuna, o hipersensibilidad a una dosis previa de Qdenga.
- Personas con inmunodeficiencias congénitas o adquiridas, incluidos los tratamientos inmunosupresores como la quimioterapia o altas dosis de corticosteroides sistémicos (p. ej., 20 mg/día o 2 mg/kg de peso corporal por día de prednisona durante dos semanas o más) en las cuatro semanas previas a la vacunación.
- Individuos con infección por VIH sintomática o asintomática cuando se acompaña con evidencia de función inmune alterada.
En tanto, la Dra. Avancini apunta que la vacunación debe posponerse en niños o adultos que presenten una enfermedad febril aguda grave, mientras aclara que se puede coadministrar con la vacuna contra la hepatitis A y contra la fiebre amarilla.
“Dos días después de la aplicación, niños y adultos pueden transitar algunos eventos adversos como dolor en el sitio de la inyección, cefalea, mialgia, eritema en el sitio de la aplicación, malestar general, astenia o fiebre”, subraya la médica pediatra..
Fuente: Consenso Salud