“Acabemos con la rabia: colaboremos y vacunemos” fue el lema del Día Mundial contra la Rabia 2020 que se conmemoró ayer, 28 de setiembre, para promover la lucha contra esta enfermedad, aumentar la concientización sobre su prevención y celebrar los logros alcanzados. Este año, destaca, además, la importancia de la vacunación canina y la necesidad de un esfuerzo conjunto para alcanzar su eliminación.
“En nuestro continente se ha logrado reducir en casi el 98% la incidencia de la rabia humana transmitida por perros, con un registro de 300 casos en 1983 a solo 3 casos en 2019”, destacó el doctor Ottorino Cosivi, director del Centro Panamericano de Fiebre Aftosa y Salud Pública Veterinaria (PANAFTOSA) de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS).
Un hito continental en la lucha contra la rabia tuvo lugar en 2019 cuando México se convirtió en el primer país del mundo recibir de la OMS la validación oficial de país libre de rabia humana transmitida por perros.
Debido a su letalidad y la no existencia de una cura, la rabia es de extrema importancia para la salud pública. A nivel mundial, 60.000 personas mueren cada año por esta enfermedad, principalmente en Asia y África. Sin embargo, puede ser eliminada en su ciclo urbano, donde es transmitida por perros y gatos, a través de medidas eficientes de prevención como la vacunación animal, la educación sanitaria y la atención médica con el tratamiento preventivo en personas agredidas por animales.
La actual pandemia por COVID-19 y las restricciones de salud pública inherentes a la misma no impidieron que los países pudieran mantener los compromisos con las acciones de vigilancia y prevención de la rabia, ya que son actividades consideradas prioritarias e impostergables. La eliminación de la rabia humana de origen canino, prevista en las Américas para el 2022, está muy cerca.
PANAFTOSA recomienda asegurar el acceso oportuno a la profilaxis pre y post exposición al 100% de las personas agredidas por animales sospechosos, así como mantener una alta cobertura de vacunación canina y felina, eficiente vigilancia epidemiológica, sensibilizar a la comunidad, e impulsar acciones para prevenir la reintroducción en países donde ha sido controlada. La OPS, a través de PANAFTOSA, proporciona cooperación técnica a todos los países de la región desde 1983, cuando se creó el Programa Regional de Eliminación de la Rabia Humana Transmitida por el Perro.