Para más de1 millón de personas en Argentina, tareas cotidianas como leer un menú o el diario, comprobar las etiquetas de los productos del supermercado, ver la fecha de caducidad de los medicamentos, disfrutar de un libro, ver la tele o reconocer rostros, son imposibles por tener baja visión o ceguera.
Diversas empresas llevan años al servicio de las personas con baja visión y ceguera, creando dispositivos asistenciales que pretenden, y al parecer logran, cambiar a la vida a sus usuarios.
La deficiencia visual puede ser descrita, a grandes rasgos, como pérdida visual parcial, que puede tener diferentes grados y manifestaciones. Y la situación de baja visión en ocasiones puede ir a más y llegar a la ceguera técnica.
En cualquiera de los grados de visión baja o de pérdida de visión gradual la necesidad de mantener la independencia, de ser capaces de saber qué billete tenemos en la cartera, quién es el remitente de la factura, en qué calle nos encontramos, etcétera, es permanente.
En este sentido, ya existen dispositivos que pueden acompañar a las personas que están perdiendo visión, por cualquier causa que fuere, y facilitarles la vida enormemente. ¿Cómo lo hacen? Se trata de un dispositivo pequeño que tiene incorporado un mini sensor óptico avanzado, que captura una imagen de sus alrededores y comunica la información de forma audible, sin conexión a Internet.
Cualquier tipo de texto, rostros de personas, productos y otros elementos visuales se convierten al instante en audio para su transmisión a través de un pequeño altavoz acoplado sobre el oído del usuario o mediante la conexión de otro dispositivo a Bluetooth.
Este dispositivo se adhiere a la montura de cualquier anteojo con un imán y con el gesto intuitivo de quien lo usa al señalar, ya sea con la mirada o con un dedo, lee cualquier texto, ya sea en forma digital o impresa. También es capaz de reconocer más de cien rostros y decirle al oído al usuario quién está frente a él o ella.
Cuando la lectura es imposible o muy difícil, la tendencia es abandonarla. Sin embargo, para los estudiantes, por ejemplo, esa no es una opción. Y no solo quienes tengan reducción en la visión, leve o moderada, sentirán la tentación de evitar cualquier lectura, sino también las personas con dislexia, que en muchos casos se sienten desatendidas.
Este dispositivo está diseñado precisamente para este segmento de la población, que tiene dificultad para leer por diversos motivos. El aparato inalámbrico proporciona una reproducción de audio instantánea, comunicando texto de periódicos, libros, ordenadores y teléfonos móviles, etiquetas de productos u otras superficies impresas.
Todo el proceso de inteligencia artificial sucede offline, de modo que no necesita conexión a internet, lo cual resulta en una comunicación de audio en tiempo real con privacidad garantizada. Del tamaño de un lápiz, el dispositivo descansa cómodamente en la mano del usuario. Está equipado con una cámara inteligente y es compatible con Bluetooth y Wi-Fi, lo que permite a los usuarios conectar el aparato a cascos inalámbricos para una lectura privada y para actualizaciones periódicas de software. Igualmente se puede conectar con los auriculares normales e incluso a un sonotone. Una luz LED de alta intensidad ilumina automáticamente la lectura en condiciones de poca luz.
La baja visión o ceguera es sin duda un reto para quienes la sufren, pero los avances de la ciencia y la tecnología empiezan a hacerla parecer cada vez menos molesta.
Asesoró: OrCam Technologies