Desde Río de Janeiro recorrimos 430 km hacia el sur para conocer San Pablo, la mayor ciudad del Continente Americano y del Hemisferio Sur. Tras seis horas de viaje nocturno arribamos temprano en la mañana junto a Valeria, mi compañera de periplo. Lo hicimos a la estación de buses de Tieté que es la más grande de Latinoamérica y la segunda del mundo detrás de la Grand Central Station de New York.
Pese a su mastodóntico tamaño está bien señalizada y es sencillo orientarse. Buscamos la salida del Metro y fuimos al centro en la Línea 1 hasta la parada Sao Bento. La primera visita fue al Cementerio de Morumbí para presentarle nuestros respetos a la leyenda de la Fórmula Uno, Ayrton Senna da Silva, fallecido trágicamente en mayo de 1994 durante el Gran Premio de San Marino.
Quienes tuvimos la fortuna de ver en acción al tres veces campeón mundial siempre recordaremos con emoción y los pelos de punta su forma de conducir siempre al límite y las hazañas a bordo del Mc Laren-Honda en sus duelos con el francés Alain Prost. No hay parada de metro cerca del camposanto y los buses nos dejaban muy lejos.
Decidimos rascar el bolsillo y tomar un taxi. Cuando llegamos, el mismo taxista nos indicó donde estaba Ayrton. Todo paulista conoce perfectamente el lugar de reposo de su máximo ídolo deportivo.
Brasil decretó tres días de duelo para honrar su muerte y millones de personas acompañaron su último viaje con el féretro a bordo de un camión de bomberos hasta su descanso en este lugar que fue el primer cementerio jardín de América del Sur. Su tumba se ubica a pocos metros de la entrada en la Fila 10 del primer cantero junto a un árbol que fue plantado el mismo día de su entierro. Los fans peregrinan hasta allí para acercarle flores y recuerdos a uno de los máximos referentes de la historia del automovilismo. En noviembre, con motivo del Gran Premio de F1 que se disputa en el circuito de Interlagos, es cuando más visitas recibe. El barrio de Morumbí es una zona residencial de San Pablo como lo es Palermo en Bs As. La placa que cubre el sepulcro del malogrado crack reza: "Nada puede separarme del amor de Dios".
Datos
Taxi desde el centro a Cementerio Morumbí: 20 dólares
Ingreso a Cementerio Morumbí: gratuito
Torre Banespa: gratuita (piden DNI o el Pasaporte)
Mercado Municipal: gratuito
Sandwich de mortadela: 2 dólares
Museo de Arte: 11 dólares (el martes es gratuito)
Museo del Fútbol: 2 dólares (cerrado lunes)