Santa Rosa celebró a su Patrona: pidió trabajo y lluvia “para el campo”

El festejo departamental congregó a 3.000 fieles. Hubo desfiles, procesión, comidas típicas y música.

Santa Rosa celebró a su Patrona: pidió trabajo y lluvia “para el campo”
Santa Rosa celebró a su Patrona: pidió trabajo y lluvia “para el campo”

Unas 3.000 personas participaron en Santa Rosa de la celebración anual a la patrona departamental, una fiesta que cada 30 de agosto convoca al pueblo, se extiende durante todo el día y mantiene una popularidad solo es superada por la Vendimia.

La fiesta de Santa Rosa de Lima es, además, un termómetro que mide expectativas de la gente y en el pedido de los fieles, se refleja también el ánimo, que esta vez se ha visto marcados por la crisis financiera que golpea los bolsillos. "El ánimo en la gente está caído, pero el pueblo mantiene esperanzas en la Santa", dice el padre Marcelo, cura párroco de Santa Rosa: "Este año, los pedidos tienen que ver con la cosecha, con una buena lluvia que lleve agua a los campos y con trabajo, hay una preocupación por el trabajo".

Los festejos patronales comenzaron temprano, con el izamiento de la bandera, en medio de una mañana que asomaba fría y que mostró las primeras discrepancias entre el Ejecutivo y el Concejo Deliberante, que mantienen desde hace tiempo una tensa relación. Así, y mientras la intendente Norma Trigo viajó a Las Catitas para dejar inaugurado el paseo Emilio Civit, los concejales organizaron un desayuno para invitados especiales, del que de todos modos participó la intendente.

A media mañana, hubo desfile de alumnos y uniformados, un clásico en el día de Santa Rosa de Lima donde los vecinos ganan la plaza para presenciar el paso de los estudiantes. La nota la dio un grupo de 40 alumnos del terciario 9-028 "Estela Quiroga", que desfilaron de negro y reclamando por la educación pública.

"Es un momento difícil para los argentinos y más todavía para los santarrosinos, que venimos de años de crisis, de peleas políticas y malas cosechas", opinaba Silvia, vecina de La Dormida, sentada en un banco de la plaza.

Fue un festejo austero y la comuna buscó minimizar los gastos: eliminó el desayuno de las autoridades y también el almuerzo de las fuerzas vivas en el salón municipal, que se transformó en una quermés alrededor de la plaza y de la que participaron las colectividades con platos típicos.

"Acá podés conseguir de todo y barato: desde la última película de Francella hasta un jean por $300. ¿Querés comer? También es barato y sano", invitaba un vecino del lugar, mientras le entraba a un chori jugoso, aunque demasiado colorado. Detrás, la estatua viviente de un cacique indígena, buscaba ganarse unos pesos, pero los santarrosinos lo miraban entre extrañados y desconfiados.

Así, en la calle Avelino Arenas, una de las acompaña a la plaza, se ordenaron mesas y quioscos de comidas, que una calle más al este, se transformó en un paseo de compras en los que se ofrecía de todo: desde artesanías y plantas, hasta calzado, ropa y bijouterie de fantasía, incluso había planes para un cero kilómetro o la construcción de una casa prefabricada.

"Es un festejo esperado por Santa Rosa, pero medido en los gastos porque nuestra comuna tiene que ahorrar recursos", comentó la intendente Trigo: "Después de mucho tiempo, el municipio está económicamente estable y eso permite no solo pagar proveedores y sueldos, sino que  avanzamos con el plan de obras más importante de las últimas décadas".

Mientras tanto, en el centro de la plaza, el ballet municipal festejaba sus 30 años de vida con un espectáculo que hacía la siesta más llevadera a la espera de la procesión. "Vengo todos los años, no tanto por la fiesta como por mi devoción a la Santa", contaba Irma, vecina de Las Catitas: "Soy una agradecida a Santa Rosa porque tengo salud y también trabajo. Más no puedo pedir en un momento tan complicado".

A las cuatro de la tarde salió de la parroquia la imagen de Santa Rosa de Lima que guió una procesión de cientos de fieles y que encabezó monseñor Marcelo Colombo. Luego fue el turno de la misa, que se ofició en los patios de la parroquia y ya con la caída de la tarde hubo música y baile en la avenida San Martín, la principal del pueblo, que se convirtió en peatonal durante toda la jornada.

El mechón enterrado en un rosal

Una tradición de Santa Rosa de Lima tiene que ver con el corte de pelo, que muchos aseguran ayuda a que crezca "lindo y fuerte". Dicen los que saben que hay que juntar el cabello cortado o al menos un mechón y enterrarlo junto a un rosal.

Marta es peluquera y cada año, para el 30 de agosto, ofrece corte de pelo gratis en el predio de la parroquia: "Es una tradición y me gusta respetarla. Corto el pelo a quien me lo pida y no cobro un peso en este día", explica la mujer y dice que los clientes para esta fecha "sobran. el año pasado, sin ir más lejos, hice más de 50 cortes, muchos de ellos a niños".

Curiosidades 

Santa Rosa de Lima nació el 30 de abril de 1586 en Lima, el Virreinato del Perú.

1. Se llamaba Isabel: su madre comenzó a llamarla Rosa al ver que su rostro lucía sonrosado.

2. No fue religiosa sino laica: terciaria en la Orden de Santo Domingo; una mujer que se vestía con túnica blanca y manto negro.

3. Tuvo un rápido ascenso: poco más de 50 años después de su muerte (en 1617) fue declarada santa de la Iglesia Católica.

4. Es la primera santa de América, canonizada por el Papa Clemente X en 1671.

5. Cuando murió ayudaba en el hogar de una familia adinerada: pasó los tres últimos años de su vida ayudando en el hogar de Don Gonzalo de Massa, un empleado del gobierno.

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