El empresario de medios Sergio Szpolski reconoció haber recibido varios millones de pesos de parte del exjefe de gabinete presidencial (2011/13) de Cristina Fernández, Juan Manuel Abal Medina, con la finalidad de imprimir boletas electorales para la campaña del Frente para la Victoria de 2013.
Así lo confesó ayer, en el expediente de la llamada "causa de lo cuadernos". Szpolski, que llevó a la quiebra el diario Tiempo Argentino sin pagar la indemnización de unos 300 trabajadores, había empezado a declarar el viernes pasado, aunque en esa jornada no había admitido el cobro de ningún dinero.
Spolzski retomó ayer la indagatoria en Comodoro Py, donde entregó un escrito, pero también respondió preguntas. Estuvo acompañado por su abogado, Santiago Blanco Bermúdez, representante legal también del exespía, Antonio Jaime Stiuso.
El empresario y titular del Grupo Veintitrés no apareció en los cuadernos cuyas anotaciones se atribuyó el chofer y exsuboficial del Ejército, Oscar Centeno, sino que fue nombrado en la indagatoria del excolaborador de Abal Medina, Hugo Larraburu, quien recuperó su libertad al declarar como arrepentido.
Ayer, Szpolski confirmó la versión aportada por Larraburu. El empresario admitió que Abal Medina le entregó dinero para la impresión de "unos 16 millones de boletas electorales" del Frente para la Victoria que habrían sido usadas en las PASO de 2013.
También explicó que la impresión las realizó en su imprenta Poligráfica del Plata, a un costo de entre 40 y 50 centavos por boleta.
Abal Medina ya declaró en la causa, pero el juez Claudio Bonadio aún no definió su situación procesal. El exjefe de gabinete reconoció que recibió dinero de parte de Roberto Baratta, jefe de Centeno, y exfuncionario del ministerio de Planificación Federal durante la gestión kirchnerista, aunque dijo desconocer que se tratara de dinero en negro.
El grupo empresarial de Szpolski recibió fondos millonarios durante el segundo gobierno de Cristina Fernández; de acuerdo al periodista Alejandro Alfie, especializado en medios, el Grupo Veintitrés fue beneficiado con 422 millones de pesos "solo en 2015".
En el marco de la causa que tiene 42 procesados y en la que Bonadio acusa a Cristina Fernández de encabezar una asociación ilícita integrada por exfuncionarios y poderosos empresarios ligados a contratos estatales, la Cámara Federal porteña le concedió el arresto domiciliario al empresario Néstor Otero, histórico concesionario de la terminal de ómnibus de Retiro.
De 79 años, Otero había sufrido un desmayo en la cárcel de José C Paz, y había pedido la prisión domiciliaria por padecer, entre otras cosas, diabetes, bronquitas e hipertensión arterial.
"Entendemos que corresponde conceder el beneficio peticionado, ya que un análisis lógico en sentido humanitario, indica -sin duda alguna- que el nombrado, con una edad avanzada, un estado de salud deteriorado y con las patologías crónicas, evolutivas y no curables que reviste (sobre todo en relación a la atención de la diabetes), pueda permanecer en su domicilio, atendido por sus médicos de confianza y contenido por su núcleo familiar", dijo la Cámara, en contraposición a lo que había resuelto Bonadio.
El “jardinero” de Cristina negó haber llevado bolsos con plata
"Yo no cobré ningún peso en base a la atención de Néstor y Cristina Kirchner en El Calafate", fueron las primeras palabras de Ricardo Barreiro, secretario de los Kirchner conocido como el "jardinero" de la ex presidenta quien fue detenido en la causa de los cuadernos.
Así consta en su declaración indagatoria de 37 páginas a la que se pudo acceder.
¿Cuáles eran sus funciones? Según indicó ante el juez Claudio Bonadio, "ir a buscar al aeropuerto a la ama de llaves, a las mucamas que venían de Olivos y la cocinera".
Además, dijo que "también transportaba alimentos" y negó estar involucrado en el movimiento de bolsos con dinero que llegaban al Sur.
Ricardo Barreiro tiene un patrimonio destacable para ser un simple secretario y jardinero K.
Es dueño de una empresa de helicópteros, una flota de colectivos, un restaurante en El Calafate, un complejo de cabañas para turismo y una gran propiedad con un celoso sistema de seguridad. Se encuentra detenido desde la semana pasada por orden del juez Claudio Bonadio.
El ex jardinero -que se ganó ese apodo porque cuidaba la casa que los Kirchner tenían en el Sur- quedó involucrado en el expediente a raíz de menciones de varios testigos que lo señalaron como parte del grupo de personas que se ocupaban del traslado, movimiento de bolsos con dinero que llegaban a Santa Cruz, según consigna la causa.
Barreiro se entregó el jueves pasado. Ante el juez Bonadio -y defendido por Alejandro Rúa que también representó a la ex presidenta- planteó que además de no percibir un salario por sus servicios a la familia Kirchner, "yo también transportaba alimentos.
Aclaro esto porque tanto a Cristina, Néstor como los secretarios eran transportados por sus custodios. Yo no llevaba elementos personales de ninguno".
