El gobierno anunció una nueva suba en las jubilaciones -y otras prestaciones sociales- a partir de junio, de un 10,4%. Este incremento se define a partir de un coeficiente de ajuste que toma en consideración la evolución, en los 6 meses anteriores, del índice de inflación (70%) y del índice de salarios (30%).
De este modo, las jubilaciones acumulan, a junio, un 21% de aumento en 2019, pero aun así pierden un 3% con respecto a la inflación acumulada. Si en el segundo semestre se frenara la suba de precios, como se tomarán los índices de los dos primeros trimestres de este año para el cálculo, el resultado sería positivo.
Pero esto depende de que se mantenga una tendencia descendente de la inflación, que es el gran desafío que enfrenta el gobierno nacional y la gran esperanza de la mayoría de los argentinos.