Los smartphones se han convertido en aliados inseparables a lo largo de nuestras jornadas. El mundo hiperconectado en el que nos hemos embarcado requiere que estos pequeños dispositivos hagan numerosas tareas, muchas veces en simultáneo.
Responder mensajes, mandar informes por email, tomar fotos y disfrutar del mejor contenido multimedia son operaciones ya corrientes para cualquier persona que cuenta con la ventaja de poseer este tipo de tecnología móvil.
Pero todos los teléfonos tarde o temprano empiezan a ponerse lentos. No solamente “lentos” sino que insoportablemente lentos. ¿Qué sucede? ¿Cómo se arregla? ¿Hay que cambiarlos? No desesperes. Hoy vamos a mostrarte siete simples cambios que pueden hacer la diferencia entre un smartphone súper lento y uno que de placer usar. ¿Cuales son?
