El Hospital San Juan de Dios de La Plata es uno de los siete centros de salud que participa de un estudio que podría ser clave en la lucha contra el coronavirus ya que busca demostrar que el uso del plasma de pacientes recuperados puede mejorar el cuadro de las personas contagiadas mayores de 65 años y que tengan enfermedades preexistentes.
La iniciativa es desarrollada por la Fundación Infant con el aval del Ministerio de Salud bonaerense y busca evitar cuadros de gravedad y víctimas fatales de la enfermedad. La neumonóloga Ivonne Ritou, directora asociada del Hospital San Juan de Dios, explicó que el proyecto consiste “en asistir a pacientes enfermos de Covid-19 en etapas tempranas y estadios leves, cuya edad supere los 65 años y que tengan enfermedades coexistentes (como hipertensión, diabetes, obesidad, enfermedades cardíacas y pulmonares) o todos los pacientes mayores de 75 años”.
”A ellos se les infunde plasma de paciente convaleciente, o sea de personas que han sufrido la enfermedad y presentan anticuerpos contra el coronavirus”, destacó la profesional. El plasma tiene glóbulos rojos y blancos con anticuerpos y proteínas y cumple la función de pegarse a los virus para neutralizarlos.
En el ensayo que se lleva adelante en el centro de salud de la capital bonaerense, el plasma se aplica a los pacientes con el objetivo de comprobar si se puede bloquear la progresión del virus y evitar que la enfermedad derive en una neumonía grave.
“Pensamos, y por eso este estudio tan ambicioso, que el plasma de los pacientes recuperados ayudará a las personas enfermas, si las tomamos en estadio temprano”, contó Ritou y manifestó que se busca demostrar que “no se complicará su cuadro a una enfermedad potencialmente mortal”.
Confiada, la médica subrayó que “si esta investigación funciona, pasaremos de tener una enfermedad potencialmente mortal a sólo un mal catarro” debido a que “el plasma, que presenta los anticuerpos y es la parte líquida de la sangre, podría neutralizar el accionar del virus”.
Cuando se le consultó cuándo se determinará si la propuesta científica funciona, la profesional médica remarcó que los tiempos para observación de resultados se hará con 210 pacientes, pero aclaró que “a la mitad del estudio, o sea 105 pacientes, se evaluará si se concluye que el plasma es muy bueno”.
”El estudio se frenará en este momento y, caso contrario, se va a continuar hasta finalizar lo estipulado”, expuso. El equipo de científicos se ilusiona con que el ensayo -que se desarrolla en simultáneo con el hospital Carlos Bocalandro de Tres de Febrero y el Simplemente Evita, de González Catán; el Sanatorio Los Arcos, CEMIC, Osecac y el Sanatorio Finochietto- se convierta en un tratamiento no solo con posibilidades de mejorar la situación de los pacientes de coronavirus sino también de evitar cuadros de gravedad y víctimas fatales.
Con orgullo, Ritou expresó que “este proyecto es verdaderamente enorme y planteado con mucha seriedad desde la Fundación Infant, a cargo del doctor Fernando Polack” y añadió que “asisten un gran número de investigadores con un inmenso compromiso asistencial y científico”.Polack es uno de los principales expertos en el mundo en enfermedades virales respiratorias que, desde 2003, realizó investigaciones por valores equivalentes a 1800 millones de pesos. La directora del hospital San Juan de Dios expresó que los pacientes donantes de plasma aquellos que se curaron de la enfermedad.
“Cuando las personas pausibles de recibir plasma ingresan al hospital, se lo invita a participar de la investigación”, contó y aclaró que el paciente debe estar lúcido y obligatoriamente debe consentir su inclusión en el trabajo.
Una vez que ello sucede, se completa toda la documentación requerida para el enrolamiento y luego se pone en marcha el pedido del producto de investigación al Hospital Militar Central de la Ciudad de Buenos Aires. ”Se llama producto de investigación dado que el paciente recibe plasma o placebo, siendo éste un trabajo multicéntrico y a doble ciego, lo que significa que algunos recibirán plasma y otros no”, destacó.Ello significa que, al azar, a algunos pacientes se les suministra plasma y a otros placebos pero los profesionales que los monitorean no saben cuál recibió cada elemento.
Ese dato sólo lo conocen los coordinadores de la experiencia, para evitar que se induzcan los resultados de la prueba y el estudio sea verdaderamente fidedigno. ”Confiamos en lo que hacemos y ojalá podamos demostrar que el plasma es una alternativa interesante para sobrellevar sin complicaciones una infección viral como se presenta en esta pandemia”, concluyó.