La Sociedad Argentina de Pediatría manifestó estar convencida de que “no existen medidas que resuelvan el delito, ni medidas cortoplacistas que puedan abordar con profundidad y seriedad un problema tan complejo”.
Según el pediatra Omar Tacaco, expresidente de la Sociedad Argentina de Pediatría y actual presidente de la subcomisión de Derechos de la Niñez y Adolescencia que participó de la elaboración del documento con las 11 recomendaciones -junto a la subcomisión de Humanidades-, “la violencia en niños y adolescentes requiere de una política estatal amplia, completa y sostenible en el tiempo”.
El informe de la SAP argumenta: “Son víctimas de numerosas y sistemáticas agresiones físicas y emocionales desde los primeros años de su vida. Sus expectativas de un futuro mejor son muy limitadas. En esta situación, su participación en hechos delictivos está organizada y programada, en su gran mayoría, por grupos de delincuentes adultos. En otras, su libre campo de autodeterminación se encuentra totalmente limitado por su realidad social, cultural, familiar, educativa o económica’”.
En este contexto, desarrolla las siguientes recomendaciones para el abordaje de adolescentes no punibles en conflicto con la ley penal:
- 1. Diseñar un sistema donde el Estado esté permanentemente presente para promover el desarrollo personal, educativo y social del niño.
- 2. Garantizar la protección de los derechos del niño, en todas sus etapas de desarrollo, dotándolo de las herramientas educativas, sociales y económicas para fortalecer su autonomía.
- 3. Visualizar la responsabilidad penal de un niño o adolescente teniendo en cuenta su realidad social, cultural y personal.
- 4. Tener en cuenta que el acceso de los adolescentes a las armas o el uso de estupefacientes está relacionado casi directamente con amparo de “capangas” marginales y connivencia policial.
- 5. Debe fomentarse lo que se ha dado en llamar “justicia restaurativa”, que consiste en evaluar la posibilidad de interactuar el autor del delito con la víctima -si ésta así lo acepta- para reconocer humanidad e identidad a quien ha sufrido por causa de él y pueda sinceramente arrepentirse y comprometerse a enmendar las consecuencias de su conducta.
- 6. Promover actividades intramuros con alto contenido social para ayudar a la reinserción.
- 7. Además de actuar activamente sobre la problemática personal del adolescente, hacerlo también sobre las variables familiares y sobre los actores sociales que constituyen -en la mayor parte de los casos- verdaderos determinantes de su conducta ilegal.
- 8. Abordar -con carácter fuertemente preventivo- determinantes como la violencia familiar y de género, las organizaciones delictivas de adultos y de agentes de seguridad que utilizan niños para delinquir, los adultos que son agentes de tráfico de drogas, la deserción escolar, la precariedad laboral de los adultos a cargo, el acceso a estupefacientes y sustancias psicoactivas (paco, solvente, nafta, kerosene, etc.), psicotrópicos y drogas ilegales.
- 9. El enfoque preventivo debería estar centrado en 3 ejes fundamentales: prevención general (sobre los factores sociales), prevención detectada (sobre el niño abandonado o en situación de riesgo) y prevención específica (sobre el adolescente incurso en conducta ilícita).
- 10. Pautas imprescindibles a tener en cuenta:
- El respeto absoluto de sus derechos, contemplados en la Convención de los Derechos del Niño.
- La preservación y promoción de su salud física y mental.
- La continuidad y el refuerzo de su educación regular.
- La práctica de actividades sociales, creativas y recreativas de manera tal de contribuir a su reinserción.
- Protegerlo de su relación delictiva con adultos delincuentes y grupos delictivos.
- Promover el reconocimiento de valores de convivencia social, observación de la ley y de los derechos de las personas.
- Facilitar el cumplimiento de toda intervención que promueva en el adolescente el refuerzo de su identidad como ciudadano.
- Fortalecer el valor intrínseco individual de todo ser viviente, independientemente de sus acciones buenas, malas o reprochables: la dignidad como principio rector de cualquier sistema de cumplimiento de la norma.
- 11. Acciones para llevar adelante con el objetivo de reinserción social: unidades o establecimientos de acogida exclusivas para menores, seguras, limpias y saludables; actividades sociales, creativas, recreativas y solidarias; atención pediátrica de calidad durante la internación; atención psicológica; articulación con el Ministerio de Salud para la implementación de programas de educación para la salud; mantenimiento o promoción de la educación regular; acceso a la cultura y a la información; acciones sobre la familia del adolescente; acciones de Formación, Prevención y Monitoreo; estadísticas para comprender mejor los determinantes del delito en adolescentes y del delito en general.
“Desde la SAP somos enfáticos en que bajar la edad de imputabilidad no resolverá el flagelo de la violencia y de la inseguridad: solo el 2,6% de los delitos son cometidos por menores de 18 años”, afirmó Javier Indart de Arza, médico pediatra y psiquiatra infanto juvenil, presidente de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).