Las obras que se realizan en la calle San Juan de la Ciudad de Mendoza han sido un verdadero dolor de cabeza para transeúntes, vecinos, transporte público y comerciantes. Se realizan en pleno microcentro afectando una zona neurálgica y, si bien se esperaba que fuera una obra extensa, el plazo se ha excedido y con ello, las incomodidades.
Lo cierto es que hasta la fecha, los trabajos en la zona ya llevan 644 días corridos (o 552 si no se cuentan los domingos). Esto equivale a 92 semanas o poco más de 21 meses. Es un largo periodo si se toman en cuenta los inconvenientes.
Sin embargo, cuando se inició la obra, allá por el 2 de noviembre de 2022, el plazo estimado era de 540 días corridos, con lo cual ya se superó incluso si no se cuentan los domingos.
La obra apunta a la renovación de redes de agua y cloacas, que en algunos casos tenían una antigüedad de unos 100 años, según las estimaciones. Quienes llevan adelante la obra calculan que hace al menos 50 años que no se hacían trabajos de este tipo allí, algunas de las probables razones están a la vista.
Desde la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza sostienen que es algo que les es ajeno, ya que se trata de tareas de Aysam, la empresa Agua y Saneamiento Mendoza. Aseguran que reconocen las molestias ocasionadas y para paliar en algo el impacto sobre el comercio, se ha dispuesto que los comerciantes estarán eximidos de pagar impuestos durante el periodo que dure la obra. Quienes tienen a cargo la obra también reciben los reclamos de los vecinos. Aseguran que es algo que les pasa siempre en este tipo de obras y que intervenir en cualquier parte del microcentro implica un verdadero problema.
La realidad es que en las cuadras donde se trabaja, el tránsito está cortado, las veredas son un desafío y las calles tienen excavaciones y tramos de tierra. Esto indudablemente ha menguado el tránsito de gente, impacta en el comercio y suma molestias incluso a quienes habitan la zona o tienen que llevar chicos al colegio.
Ahora la Municipalidad informó que se harán nuevos cortes y habrá calles restringidas, total o parcialmente. Pero el tránsito se verá más complicado aún: es que a los trabajos que se hacen sobre calle San Juan se suman sectores de calle Alberdi y de Montecaseros ya que el municipio está realizando reparación de losas.
Evitar males mayores
Aunque muchos ya estén hartos, el desafío era grande y se estima que beneficiará a unos 70 mil habitantes.
La obra abarca 16 cuadras, desde calle Córdoba hasta Brasil. Se suma el tramo sobre calle Morón, desde San Juan hasta Costanera, una arteria de alto tránsito que es la salida directa de la Ciudad hacia Guaymallén u otros destinos.
Desde Aysam señalaron que las cañerías de la zona eran originales y muy deterioradas. Como consecuencia, ,el daño del entramado subterráneo era tal que requería intervenciones permanentes. Había tuberías con poca capacidad y otras en un estado próximo al colapso.
Por eso, el ingeniero Alejandro Romano, gerente de Ingeniería de Aysam señaló que era preferible tener que tolerar esta obra en seco, a llegar a un punto en el que el colapso de un colector generara una inundación con líquidos cloacales, ya que había riesgo de que esto ocurriera. Con el crecimiento de la ciudad, no se había adaptado el sistema a la densidad poblacional e implicaba afectar el servicio adecuado debido a la escasa capacidad de las redes.
Lo que se ha hecho es cambiar toda la instalación sanitaria de agua y cloacas: renovar un colector cloacal de transporte, las colectoras y redes distribuidoras domiciliarias tanto de agua como de cloaca.
Como beneficio, se espera que se cuente con servicios más eficientes y con mejor presión de agua. Y quizás la mejor noticia para los vecinos es que se espera que con esta intervención, ya no sean necesarias más por los próximos 15 o 20 años.
Complicaciones
“Se ha extendido el tiempo de obra por varias complicaciones”, afirmó el profesional. Romano explicó que la obra se ha ido haciendo por partes, a medida que el municipio fue habilitando tramos. Esto ha implicado un avance quizás algo desordenado y que se tenga que volver a alguna esquina que ya se había terminado para seguir con el tramo siguiente.
Pero después de tanto tiempo, la circulación normal a la zona volverá, si todo va como esperan, en noviembre de este año, cuando aspiran a culminar con todas las tareas.
“Son instalaciones que, no quiero exagerar, pero están cercanas a los 100 años de antigüedad, en un estado de conservación bastante precario, bastante delicado. A medida que uno va abriendo, al hacer la apertura de la calzada, se encuentra con algunas situaciones que no siempre son las ideales”, expresó respecto a la necesidad de ir resolviendo imprevistos que fueron extendiendo los plazos.
Entre otros factores que afectaron la obra, se han encontrado colectores en peor estado de lo que uno preveía y redes de agua con pérdidas que no permitían trabajar y requirieron una intervención previa.
También hubo algunas ampliaciones menores del plan original: se han agregado algunas cañerías auxiliares que no estaban previstas y conexiones domiciliarias cuando más de una propiedad la compartían.
También en la zona del Teatro Mendoza hubo que postergar el trabajo para no afectar actividades previstas.
Pero por otra parte, dijo que en el plano financiero no se han presentado inconvenientes ya que el presupuesto se ha va actualizando de acuerdo a un cálculo polinómico que lo mantiene adaptado a la realidad. En tanto, tuvieron algunas dificultades a comienzo de año para obtener materiales luego de que la devaluación y la inflación afectaran la provisión de insumos que luego se regularizó.
Quejas
Durante este periodo, se han ido realizando cortes por tramos y una vez que se han terminado las obras, se han habilitado y tomado otros. Por lo cierto es que se trata de una de las calles que recibe un alto caudal de vehículos que ingresan a la Ciudad, se estima que unos 390 mil en días hábiles.
Tal cosa ha implicado que deba redireccionarse el tránsito a calles aledañas, con la consiguiente sobrecarga de esas arterias y ocasionado desorden en el tránsito. Además, se han debido modificar los recorridos de los colectivos.
Los comerciantes han visto menguada la afluencia y ni hablar de las quejas por la suciedad, ya que hay tierra y barro, lo cual hay quienes advierten también implica una no muy buena experiencia para los turistas en un punto tan crucial del centro.
Esto ha generado reclamos de diversa índole, entre los que se destacan los de los comerciantes, por las pérdidas que implica, mientras que igualmente deben sostener los gastos fijos.
Gustavo Becerra, director de Tránsito de la Ciudad, ha admitido que deben hacer un trabajo cuidado para lograr cierta fluidez vehicular, en particular en horarios pico como la apertura de bancos o ingreso a los colegios.
Se iniciará la última etapa
Queda por delante la próxima y última etapa: las cuadras entre las calles Formosa y Brasil. El ingeniero dijo que no hay fecha definida para el inicio en tanto la Municipalidad la habilitará cuando culminen los trabajos en otro tramo.
Romano detalló que ya está listo el tramo entre Córdoba y Buenos Aires que dijo que cuenta con tránsito normal. La empresa hace la pavimentación y la Municipalidad, las veredas.
Además, entre Rondeau y República de Siria podría habilitarse la semana que viene. “Ya está pavimentado, se está esperando que terminen los procesos de endurecimiento del hormigón”, aseguró.
Entre Lavalle y Rondeau está habilitado. Se está trabajando entre Buenos Aires y Lavalle y en el tramo República de Siria-Morón y desde esta calle hasta Zárate. Desde Zárate a Barraquero se habilitará pronto y desde Barraquero a Formosa sigue en obra. Desde Formosa a Brasil no se ha hecho ningún trabajo aun.