Tan solo pasaron diez años del recordado femicidio de Ángeles Rawson, la joven asesinada tras un ataque sexual en el edificio de Palermo donde vivía. Sus familiares dialogaron con LN+ y relataron cómo sobrellevaron la pérdida de la joven de 16 años, abusada y asesinada por Jorge Mangeri.
Los familiares de Ángeles recordaron cómo fue la dolorosa tragedia, pero también hicieron hincapié en los momentos alegres que tuvieron con la joven. “Estoy triste de que ya no esté pero estoy feliz de que haya estado”, afirmó su hermano Juan Cruz.
En el programa “Los especiales de LN+”, la madre, el padre y el hermano de la adolescente, hicieron un repaso del momento en que se enteraron de la peor noticia de sus vidas. “Los diez años no solo me marcan a mí, sino a todos los que vivieron ese momento”, destacó su mamá, Jimena Aduriz.
Además, la madre de la víctima detalló: “Ella tenía carácter, era el alma de la casa. Era buenaza, era excelente alumna, muy responsable”. Su exesposo se expresó en el mismo tono y definió a Ángeles como “un sol, con una sonrisa tan dulce, inocente y siempre bien para los demás”.
Para Juan Cruz, su hermano, Ángeles era “Mumi”, tal como la apodaban sus seres más cercanos. Con la complicidad de hermanos, Juan señaló: “Fue una persona que tenía un carácter de mierda pero era muy dulce”.
Y agregó: “Cuando hay que recordar a alguien que no está suele ser martirizante, pero cuanto más la recuerdo, más divertido es. Tengo un recuerdo alegre y feliz de ella. Me interesa mucho más que se recuerde eso que toda la parte trágica”.
LA PEOR NOTICIA: LA MUERTE DE “MUMI”
Franklin Rawson, el padre de la adolescente, rememoró lo que vivió aquella fatídica jornada. “Vino mi abogado, que había estado en contacto con la fiscal y me lo dijo. Ahí se me vino el mundo abajo”, manifestó Franklin.
Cabe mencionar que la mujer siempre tuvo presente la valentía de Ángeles. “El último acto fue defender su honor”, dijo Jimena Aduriz, ya que su hija tenía rastros de su agresor debajo de las uñas, una muestra de que intentó con todas sus fuerzas defenderse del violento ataque que terminó con su vida.
Sobre la detención de Mangeri, el padre de la adolescente explicó: “Ayuda que haya habido justicia, pero no es que quedaste mano a mano, no se recupera nunca, pero que haya justicia es una herramienta que te ayuda a seguir adelante. Si no tenés justicia, es como que te dejaran tirado en la calle”
Además, Franklin admitió que la única manera de tolerar el dolor “es aprendiendo a convivir con él y llevarlo a cuesta”. Sobre el femicida, el padre de “Mumi” reconoció: “A veces me acuerdo de él”, aunque admitió que no se trata de un pensamiento positivo.
Y continuó: “Trato de no tenerlo en mi pensamiento”. Aunque también señaló que no tiene interés en ir a verlo a la cárcel. “Eso hace que uno recuerde la vida de Ángeles y no el dolor de no tenerla, pero uno nunca vuelve a ser el mismo, hay algo que no tiene solución, no tiene vuelta atrás y hay que convivir con eso”, reafirmó Franklin.
Juan Cruz coincidió en que “nunca se la deja de extrañar”. Su hermano detalló: “La compañía la siento por defecto. Cuando uno tiene que hacer un duelo por alguien que pierde, no te hacés la idea, es más una cuestión de acostumbrarse”.
Por su parte, Jimena, desde el cementerio donde descansan los restos de Ángeles, expresó su tristeza y consideró que “un hijo muerto no es una foto vieja”. “Al menos tengo un lugar a donde traerle una flor”, concluyó la madre de “Mumi”.
EL FEMICIDIO DE ÁNGELES
Las cámaras de seguridad de la entrada de la casa de Ángeles fueron el registro de su última imagen con vida. Aquel 10 de junio, alrededor de las 9.50, la adolescente ingresó al edificio después de una clase de Educación Física y fue allí donde encontró su destino final.
Según trascendió durante el juicio, que se llevó adelante dos años más tarde y por el cual el acusado fue condenado a prisión perpetua, en ese momento se encontró con Mangeri, que vio frustrado su intentó de abusar sexualmente de ella por la resistencia que opuso. Sin embargo, fue más allá y la mató.
Acorde a lo informado en su momento por la junta médica, la causa de la muerte fue estrangulamiento y asfixia. El cadáver de la joven fue encontrado al día siguiente en la Ceamse de José León Suárez y estaba en bolsas de residuos que el mismo portero depositó en un contenedor de basura.
En un principio las sospechas estaban dirigidas a un personaje desconocido, e incluso las miradas recayeron sobre el padrastro de Ángeles: Sergio Opatowski. Aun así, cuatro días después Mangeri declaró ante la fiscalía y confesó: “Soy el responsable de lo de Ravignani 2360″.